Las siguientes semanas estuvieron tranquilas, dado el caso desde la última vez que sus padres tuvieron visita.
Dante y sus padres se fueron entrada la tarde, el reino extremo quedaba lejos y les tomaría 3 días de viaje, platicaron muchas cosas mientras almorzaron juntos.
Las dos reinas presentes hacían una función que perturbaba las mentes de las princesas, empezando porque varias veces hicieron mención sobre "conocerse mas", Bella, su hermana estaba tranquila, era controladora de sus emociones y le daba ventaja de no pasar vergüenzas en cambio Annie no, cada vez que Dante la miraba se sonrosaba, o aveces se le quedaba viendo por mucho tiempo creyendo que el no la veía.
Y cuando se marcharon Annie pensó que una parte de ella se iba con el, no sabia cuando regresaría así que trato de memorizarse todo de el hasta que lo volviera a ver.
Bella creía que el príncipe era apuesto, educado y perfecto para ser buen rey, el al igual que ellas estaba en busca de contraer nupcias. Le atraía pero al ver a su hermana tan atenta a el, creyó que lo mejor era alejarse y aunque el tiempo que ella los dejo se pudieron conocer mucho.
Annie corría junto al caballo en el pequeño bosque de la casa, le encantaba sentir con el viento topaba en su cara, la adrenalina de correr y esa emoción por sentirse un poco libre, desde niña su madre salia atrás de ella para regañarle alegando que así no se comportaba una princesa pero ¿que no para eso, la casa tenía un establo y un gran espacio para salir?.
Regreso a su casa, fue a su habitación a darse un baño y se quedó por un buen tiempo allí hasta que su doncella le informo sobre algo.
-La señorita For, llamo esta mañana princesa, preguntaba si le gustaría pasar la tarde con ella.
Annie asintió y su doncella la dejo nuevamente, salio y empezó a vestirse. Llevaba un vestido amarillo con flores, guantes de encaje y joyería.
-Madre, saldré a casa de la señorita For- anuncio acercándose a su madre quien tomaba el te en la cazona junto la alberca.
-Óyeme, esa no es la manera correcta para pedirlo- regaño.- Si no me lo dices bien no iras.
Su madre siempre la asustaba cuando se ponía de exigente y gruñona y en esos momentos no le apetecía molestarla mas.
-Mama, la señorita For me ha invitado a su casa esta tarde a tomar el te, le haré compañía.
-Hasta suenas mas angelical, ve con cuidado- su madre le acaricio la mano mientras ella le sonreía como despedida.
El carruaje llego en eso de las 3 de la tarde a la casa de la señorita For.
-La señorita For bajara en unos momentos- anuncio la muchacha quien la guió por el gran salón.
Annie no podía estar quieta así que se fijo en todo, vio los cuadros, los objetos de cerámica, las flores, los colores y justo cuando se acercaba a una puerta un hombre de conflexion robusta se topo con ella.
-Me disculpo, no era mi intención- Annie vislumbro al hombre asombrada, era tan elegante y a la vez tan malo, su postura era de un hombre grande, altivo y vanidoso.
-Princesa Annie, no dijeron nada sobre visitas- la muchacha se encojio al escuchar la voz que la hablaba.
Era un hombre muy grande y gigante a comparación de ella pero eso no quitaba lo bello que era.
-Soy amiga de Maya, he venido a pasar la tarde aquí- la mirada intimidante hacía que Annie no pudiera verlo de frente por mucho tiempo, es como si la desnudara sin quitarle su ropa.- Usted es...
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¿Por qué no soy ella?
RomanceAnnie e Isabella, princesas de las tierras del norte compartían muchas cosas, mellizas que toda su vida habían sido educadas para saber ser hijas del rey y próximamente esposas. Las dos hermanas habían crecido con historias de amor, bellas y carente...