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Los dias fueron pasando, y cada dia era uno menos para la gran fecha, los ciudadanos se habian enterado de que la hija pequeña se casaba pero era un secreto que nadie sabia con quien iba a unirse. Fue tendencia por dias hasta que la gente olvido y dejo a un lado su ciriosidad.

Kastian estaba mas presente en su vida cada que estaban juntos algo sucedia, algo se encendia y aunque su sentir lo bloqueaba en su mente aun estaba presente.

No es que fuera invicible o incluso imposible de ver que aunque no era una chica hermosa como su hermana algo dentro de ella le llamaba a fijarse mas en el.

Serian sus ojos, sus labios, su cuerpo si se ponia a pensarlo eran cosas fisicas, cualquiera podria fijarse en ellas porque Kastian era un hombre que no solo onia a temblar a la gente si no que causaba euforia era solamente semanas para que ella pudiera conocerlo muy a fondo.

Habia algo que no sacaba de su mente por mas que pudiera contestarla ella misma y era como alguien como el podia fijarse y entregar esa valiosa oportunidad de casarse con el, estaba perdiendo su libertad por ella.

Tonta.

Era obvio que no era por ella, estaba cumpliendo con una obligacion como rey. Eso era todo.

-Si te quedas viendome asi pensare que me estas hechando una maldicion para que no aparezca mañana- dijo burlon.

-Eso seria una gran idea pero lastimosamente no estas frente a una bruja- rio.

Kastian terminaba de practicar con el marcenal dispuesto para los guerreros del reino, Annie al despertarse pregunto por el y lo encontro practicando alli, la mañana era fresca pero ya habian pasado cuatro horas asi que el sol ya estaba en su punto como para ponerla a sudar.

-Lo eres- ironizo- Bonita, bonita Annie

-Detesto no poder entenderte- sanco, viendolo a los ojos- ¿Me enseñaras algun dia?

-Claro, después de todo mañana seras mi esposa tienes que aprender mi idioma sino de que otro modo hablaras con tu gente- Aturdida Annie se alzo y pregunto.

-¿Hablar con la gente?- pregunto- No entiendo.

-Tu seras mi esposa y como futura reina tendras la responsabilidad de atender los asuntos sociales de tu gente-explico Kastian mientras se quitaba en arcenal.

-Eso si lo entendi pero no entiendo el porque, aqui no es comun que una mujer se ocupe de ello- asombrado miro a verla.

-Bueno pues tendras que conocer mis raices tu tambien, al parecer somos tan distintos florecilla.

Los dos mundos eran tan diferentes, era algo que Annie ansiaba mucho por conocer aunque solo fuera por un tiempo en dado caso de que Kastian se cansara de ella.

Kastian se quito todo incluso la camiseta que llevaba.

-Puedes sostenerla-pidio, dandole el trapo.

-Claro-o- pronuncio mirandolo de lado.

Kastian sonrio de medio lado degustando de las facciones calurosas de Annie quien evitaba a toda costa no ver ningun rastro de piel.

Se echo agua y lavo su piel que tenia rastros de sudor. Annie trago duro al ver que Kastian lo hacía sin cohibirse, el cuerpo de el era tan grande que casi podia aplastarla y ella podría no sobrevivir de solo pensarlo se le llenaban las mejillas de verguenza.

¿Que rayos pensaba?

Sacudio la cabeza para despavilarse y poder asi quitarse todo aquello que aturdia sus pensamientos.

Kastian al verla, agarro la toalla para luego quitarle lo que tenia en sus manos, cambiandole los objetos.

-¿Que haces?

¿Por qué no soy ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora