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¿Cortejo? Realmente su madre había dicho esa palabra, no quería ni mucho menos aceptarla.
Desde que entro en la habitación junto a su madre solo pudo pensar en lo peor y no estaba equivocada, quería llorar y gritar de la frustacion que era tan injusta.
-Tu padre a acordado junto a Bour una salida, este ha alegado que quisiera conocerte...- y estaba tan segura que eso solo era la sombra de lo que realmente quería el hombre.- Hija sera mañana.
-¡¿Que?!- un sofoco se extendió por ella que se sintió tan débil dejándose caer en el banco que estaba detrás de ella- Madre, dime que no es así.
-Tu padre solo dijo que te avisara si hubiera sabido, lo evitaría- Leonor al ver tan devastada a su hija se acerco a ella agachándose.
-Yo no quiero, ¿porque tengo que ir si ni siquiera di mi permiso?
-Compromiso mi amor, es lo único que puedo decir
-Ni siquiera se quien es, o si al menos tiene una edad decente, Mama- el miedo y el terror se enterró en ella como una daga, el solo pensar que podía ser mas grande que ella fue de lo peor, quería desaparecer.- No quiero.
-Annie, no lo hagas porque quieres si no por cordialidad tu padre hizo ya la reunión y seria de un mal gusto si no te presentas, mi niña- su madre haría cualquier cosa por su hijas pero había pedido tanto que eso no pasara sin embargo al final no resulto.
-Es injusto, a mi hermana nunca la obligaron a nada- el dolor en su voz se hizo presente y la decepción de sus padres aun mas.
Salio de la habitación sin hacer caso a nada, sin ensillar a durazno lo monto y se alejo de aquello que nuevamente le hacia daño.
En la casa de fue a parar, pero antes de verla un hombre se había acercado a ella, se veía tan imponente como siempre, tan fuerte y era tan extraño ver algún sentimiento reflejado en el.
-Esas mejillas nuevamente se bañan en el rió que baja por esos ojos- se agacho a ella tomándolo con sus dedos las nuevas lagrimas que aparecían, el tacto le hizo cerrar los ojos- Te han condenado, Florecilla.
No sabia de donde o como salio de ella las palabras que había dicho pero de algo estaba segura, Kastian iba ayudarla si se lo pedía, iba hacer lo que sea porque muy en el fondo sentía algo muy fuerte hacia el.
-Ayúdame- pidió sorbiendo su nariz
-Dime, Cuéntame.- siguió el, viéndola a sus ojos, aquellos que cargaban con impotencia.
Y así fue, Kastian no se alejo de ella hasta que escucho lo que pasaba, hasta que su florecilla se le secaron las lágrimas y grito con furia aquello que le molestaba y el gustoso la escucho.
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La noche en tierras del norte siempre eran frescas, y junto al genio atrapado en Kastian las calentaban.
-¿Como fue que paso?- pregunto hacia su fiel amigo quien tenia agachada su cabeza.
-Le aseguro que no hubieron indicios de este imprevisto, señor- la voz le temblaba aunque trataba de ocultarlo, su señor era grande y cruel que no otorgaba el perdón a nadie.
-¡Mírame cuando te hablo!- grito, odiaba cuando un verdadero samaritano bajaba la cabeza cuando no tenia culpa alguna, odiaba que un persona se rebajara a tanto, es cierto merecía respeto y eso se lo gano con el tiempo sin embargo también sabia de algunas cosas que un buen rey hacia.
-Bour se ha adelantado, su majestad, al parecer oculto sobre la carta que pedía sobre el cortejo de una de las princesas, El rey Gabriel lo recogió el mes anterior y se envió unos días antes de su llegada- los puños de Kastian se cerraron, la furia y el malestar lo tenían a flote.
El recuerdo de ella, la manera en que lo miro pidiéndole ayuda como su única opción lo llenaron a tal grado de llevársela desde ese momento pero tenia que esperar, tenia que hacerle creer y solo así disfrutaría de lo que quería.
-No te necesito aquí, vete- se quedaría unos días más - Me quedare.
-Si, su majestad- asintió, saliendo del despacho.
Bour iba a conocer al Kastian que alguna vez se juro vengar la muerte de su padres, le arrebataría aquello que le haría mas fuerte, se lo arrancaría aun cuando nuca lo tuvo.
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Las oscuras manchas debajo de los ojos de Annie solo eran las horas perdidas de sueño, otra cualquier chica hubiera estado feliz incluso si no sabia quien era el tipo con quien acordaron su reunión, pero ella estaba desecha parecía absurdo mas cuando sabia que ningún otro había querido pasar tiempo con ella pero es que era tan injusto, algo dentro de ella así lo gritaba.-Quiere llevar el vestido que mando su admirador- sugirió su doncella quien traía el bonito vestido color violeta-
-No, ese vestido no ira a este día conmigo- era una prenda hermosa que no deseaba compartir con alguien que la traía de malas.- Quiero el vestido de color gris, con bordes aviejado y perfecto para un día de funeral.
-Pero princesa, hace un día bonito no cree que seria mejor uno primaveral.
Annie sabia que no era así, desde que salio de la tina había descubierto que el cielo estaba como las bolsas grises debajo de su ojos, así como el estado en el que se encontraba.
-No es un día feliz, no quiero ir y esto me tiene de malas, trae el vestido por favor.- pidió quitando los cordones de las manos de su doncella para atarlas ella misma.
No tenia ella nada de culpa pero cuando Annie estaba irritada no había quien pudiera sacarla de ese estado.
Sus padres esperaban por ella, se habían vestido acorde a lo que el rey Bour había pedido incluso había mandado ropa para esa ocasión a loa familiares de esa familia pero al ver bajar a Annie con el vestido mas triste como ella solo pudieron rezar para que nada saliera mal.
-¿Y el vestido que mando Bour?- pregunto su padre hacia Annie.
-Creí que me conocías, odia vestir vestidos no acuerdo a mi estado emocional, padre-gruño tan bajito.
-No lo arruines- fue lo único que le dijo y ella solo, sintió como sus ojos se aguaron, no quería llorar, no lo haría pero es que...
El carruaje lujoso llego a la puerta de su casa y de ella bajo un hombre que la dejo sin respirar...
Eve. P.B
Damos inicio al maratón de no se cuantos capítulos, especial navidad porque ya termine mis proyectos y estoy libre para escribir mas capítulos.
Tengo preguntas y espero que puedan responderlas.
¿Les gusta el contenido adulto para esta novela? quisiera saber porque desde que empece sabia que si tendría pero quiero saber si ustedes están a gusto con ello para saber si publicarlas o no.
¿Como quieren que se publique los capítulos del maratón seguidos o cada dos días?
Eso seria todo. Nos vemos👀❤
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¿Por qué no soy ella?
RomanceAnnie e Isabella, princesas de las tierras del norte compartían muchas cosas, mellizas que toda su vida habían sido educadas para saber ser hijas del rey y próximamente esposas. Las dos hermanas habían crecido con historias de amor, bellas y carente...