32.- Forelsket.

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Sus ojos gatunos estaban totalmente hechizados por la imagen abstracta frente a ella. La perfecta combinación de colores cálidos con los fríos proyectaba el magnetismo más hermoso que haya podido admirar en su corta vida.

Azul.

Café.

Amarillo.

Blanco.

Todos en una perfecta sintonía dando al dibujo un verdadero tono vivo independientemente de aquellos colores utilizados. Los trazos que al inicio parecían ser eso, simples trazos sin forma alguna terminaron convirtiéndose en el boceto de una hermosa chica.

Aquellos simples círculos grises y sin vida, ahora eran unos hermosos orbes grises que tenían un perfecto brillo dado por las técnicas utilizadas. Los labios, mismos que tenían pequeños borrones debido a las inconformidades al momento de detallarlos ahora eran de colores fuertes como el rojo y el rosado, mismos que habían sido aplicados y combinados perfectamente. Los trazos en el rostro que al inicio eran débiles, tomaban fuerza y eran decorados por los colores cálidos, aquellos que daban un aspecto cómodo y de hogar.

Era una total obra de arte.

Un suspiro escapo de sus labios mismos que tenían rastros de pintura seca, sus ojos brillaban con intensidad detonando el orgullo que sentía, el pequeño brinco que su corazón dio provoco que un temblor apareciera en su cuerpo. Sus manos delgadas tallaron sus irritados orbes y no pudo evitar desviar su vista a la modelo de aquella obra misma que admiraba en silencio todo.

¿Por qué?

Era la pregunta que rondaba en la mente de la joven bailarina, misma que notaba la dedicación en aquella pintura. La perfecta mezcla entre colores fuertes y claros, los trazos que cobraban sentido y las técnicas utilizadas con inteligencia hacían que se sintiera cautivada.

Y aunque la respuesta fuera simple para la joven artista, parecía que la bailarina no la captaba del todo y es que Lalisa Manoban no sabía que...

Ella era arte.

Mientras que Jennie era una artista.

Y los artistas se enamoran del arte.

Lisa mantenía sus ojos en aquella obra de arte, no la comprendía, era un verdadero retrato de ella, como si pudiera verse en un espejo que reflejaba sus emociones. Jennie observaba con emoción absolutamente todo, sus ojos lobunos analizaban a la bailarina quien se acerco al cuadro para detallar aún más los detalles, sus dedos pasaban por su rostro como si comprobara aquellos trazos. Sus labios se curvaron en una sonrisa y las pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos.

—¿Jennie? —musitó suavemente— ¿Soy yo...?

—Lo eres amor, así te vez ante mis ojos. —confeso la artista con orgullo— ¡Es hermoso! Me esforcé en retratarte todas las veces en las que estuve contigo, y eso fue clave para mí, descifrar tu sentir, y poder plasmarlo, por primera vez me sentí bien haciendo algo... ¡Me sentí totalmente loca creando arte!

Los orbes de la artista brillaban con intensidad, su respiración se encontraba entrecortada y la sonrisa que sus labios portaban hacían que el corazón de la tailandesa palpitara frenéticamente. Su vista viajo al nombre de su amada donde su firma reposaba, junto con un título, mismo que llamo su atención.

Forelsket... —leyó en voz alta— ¿Qué significa?

—No es mi responsabilidad decirlo ahora mi musa. —sentencio de manera seria mientras se encargaba de apoyar sus brazos alrededor de la cintura ajena— Solamente debes saber, que es como me sentí en el primer instante en el que te vi.

Forelsket || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora