Forelsket || Jenlisa

3.- ¿Un cuervo, una artista loca, una torre y un lobo?

Jennie Kim observaba en silencio a la chica que se encontraba frente a ella, Handong se encontraba jugando tranquilamente ajedrez mientras vacilaba sus palabras causando la risa de la coreana. Frente a la china se encontraba una chica de estatura media, ojos grandes y fuertes facciones. Sus labios se encontraban en una perfecta línea recta demostrando el estrés de estar jugando contra la joven que parecía disfrutar de la frustración de la contraria.

—Jaque. —habló Handong notando como Jihyo no prestaba la atención suficiente y movía su única opción la cuál era el Rey, tal y como la china había previsto, no pudo evitar sonreír enormemente— Por cierto, no me has respondido a mi pregunta Kim.

Jihyo suspiro frustrada sabía exactamente que ya había perdido, puesto que, al mover a su rey, su reina que era quien protegía al rey quedaba vulnerable.

Sus opciones eran: Salvar a la reina o salvar al rey. Con la primera perdía al instante, y con la segunda simplemente aplazaba lo inevitable.

—Que pregunta. —respondió de mala forma la coreana.

—¿Para qué necesitas a Lalisa Manoban?

—¿La gran Jennie Kim necesita una musa? —ironizó Jihyo con una sonrisa— Nunca pensé que este día llegaría.

Jihyo decidió mover su rey y sacrificar a su reina.

—Necesito de ella para poder crear una gran obra. —confesó sin dar detalles— Todos necesitamos inspiración y ayuda a veces.

Handong alzó su ceja mirando fijamente los ojos avellana de la artista, quien soltó una risa burlona entendiendo como aquella chica buscaba saber la verdad.

—Bueno, eso fue una respuesta, no la que esperaba, pero fue una. —soltó seguido de una pequeña risa, moviendo su caballo al puesto de la reina, tomando la reina blanca que había proclamado como suya— Jaque Mate. —sonrió victoriosa.

Jihyo mordió su labio un poco irritada, había olvidado que al mover al rey quedaba expuesto a las demás piezas atacantes. Era un Jaque Mate total.

—Disculpa que me meta artista, pero Handong tiene razón. Tú nunca has necesitado de eso.

—Todos los artistas tenemos un punto donde nuestra inspiración se ve abatida, necesito de aquella bailarina para poder expresar más. —abultó sus labios formando un adorable puchero— De todas mis obras nunca he logrado expresado esa emoción y ahora necesito hacerlo.

¿Emoción? Fue el pensamiento de la china quien volvía a acomodar las piezas de ajedrez haciendo que Jihyo riera, sus ojos grisáceos se concentraron en la artista, quien parecía tener en claro su objetivo y parecía segura de sí misma.

—Lisa pregunto por ti tan pronto llegó a la habitación. —comenzó a relatar la joven— Se que sabes muy bien el porque lo hizo, conozco perfectamente tu estrategia y movimientos Kim Jennie.

—Lisa es alguien muy fácil de leer, cuando le propuse el trato lo dudo momentáneamente, pensó abiertamente que mentía. Lo noté por su tensión en diferentes partes de su cuerpo, pero también supe que estaba interesada. —una sonrisa brotó en su rostro— Sus ojos brillaban por la idea de ser pintaba por mí, lo que no sabe es que ya entré a la competencia con mi última obra.

—¿La usaras para el final? Eso es astuto. —comentó Park moviendo un peón— Pasarás todo el tiempo con ella solo con el fin de pintarla, ¿no es algo exagerado?

—Necesito conocerla para poder plasmar aquel sentimiento.

—¿Qué sentimiento necesitas plasmar Kim? —pregunto con un tono rasposo la china quien movía un peón negro— ¿Qué es lo que no te tiene contenta con tu obra?