Una risa...
Solamente una risa era capaz de que el corazón de la Artista loca se acelerara a niveles impresionantes. Miles de sensaciones circulaban por sus venas haciendo que su cuerpo reaccionará, sus labios fueron relamidos observando a la persona proveniente de aquella dulce melodía.
Sucesión lineal ordenada y coherente de sonidos musicales de diferente altura que forman una unidad estructurada con sentido musical, independiente del acompañamiento. Eso es una melodía, aquella que puede provocar cambios en la persona que lo escucha.
Todos tenemos una melodía favorita, proveniente de una canción, si, no son lo mismo. Generalmente la melodía son la parte más memorable de una pieza musical, ya sea por la combinación magistral que se emplee, o por la sensación que produce en el oyente.
Así era la risa de Lalisa Manoban.
Jennie había oído reír a una infinidad de personas, cada una con algo único, una esencia que los hacía ser ellos. Sin embargo, nunca había escuchado una como la de Lisa. Una sucesión que hacía contradicción a lo establecido en la definición de una melodía.
La risa de aquella tailandesa no era para nada ordenada o coherente, era totalmente abstracta. Si Jennie se ponía a analizarla y compararla con alguna canción, posiblemente no podría decir solamente una, es más, Kim podía decir todas las canciones del mundo, todas las melodías conocidas y por conocer, y ninguna se compararía a la risa de Lisa.
Eso era la risa de la bailarina, una hermosa contradicción puesta en una canción que no tenía una parte destacable, dándole el color y vida a la pieza musical. Dejando en claro algo.
Lalisa Manoban era la melodía de una pieza musical sublime llamada Jennie Kim.
—Tierra llamando al planeta Jennie Kim. —la suave voz de Handong hace despertar de su transe a la joven artista— ¿Estás bien?
—Lo estoy. —sonríe dulcemente Kim— ¿De qué hablan?
—¿Nosotras... —Handong hace un ligero ademán con su cabeza señalando de manera discreta al grupo de chicas frente a ellas— ...O ellas?
Jennie siente como su pulso se acelera. ¿Había sido tan obvia? Con nerviosismo una risa resonó en el campus, misma que se pierde por la cantidad de personas presentes.
—Nosotras claramente.
—Realmente nada, Handong nos decía porque le gusta la astronomía. —intervino Rosé salvando a su compañera— Dijo que serías Saturno.
—¿Saturno?
—Si, realmente es algo curioso. Saturno no es el único planeta con anillos, sin embargo, tiene los más bellos. —expresó la china minuciosamente— No es el más grande, pero esta en su categoría. Podemos ver los anillos de Saturno desde la Tierra, y si bien, a simple vista parecen los más simples, en realidad son encantadores si los ves de cerca.
La artista asintió en silencio regresando sus gatunos orbes al grupo frente a ellas. Jisoo parecía estar contando algo realmente entretenido, pues Mina y Lisa reían a tal punto que podían escucharlas, a pesar de estar considerablemente lejos.
Jennie no era buena expresando sus sentimientos, realmente, no sabía como hacerlo, si sus obras decían lo contrario era por su habilidad, pero la artista siempre pensó que era lo que hacía especial su trabajo. Cada pintor, de cada época se ha caracterizado por algo, cada uno tenía su forma de pintar, y si bien, tenían las mismas técnicas en ocasiones, se podían presenciar las diferencias.
¨La esencia de algo solo se encuentra en su ausencia¨
Una frase que caracterizaba a la artista, misma que recargo su cabeza en el hombro de Handong, quien enredo sus delgados dedos en el cabello castaño de esta. Rosé realizo una especie de simetría perfecta con sus dedos, mismos que se encontraban entrelazados con los de la joven Kim, quien sonreía, se sentía extraña.
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Forelsket || Jenlisa
FanficLalisa Manoban es arte. Mientras que Jennie Kim es una artista. Y los artistas se enamoran del arte.