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Narrador

Para cualquier reclusa el día de su audiencia era muy importante, pues existía la posibilidad de que su abogado lograse reducir lo condena; sin embargo para Vanessa sólo era un punto en su proceso que le dictaría cuantos años tenia que pasar en ese lugar, ella ni siquiera tenía una parte defensora. No tenía mucha relación con las otras presas, así que pocas le desearon suerte, pero no fue el caso de Macarena que sólo le dijo "bonito traje", al salir de la celda.

Caminó por el pasillo principal custodiada por dos policías, al final de este Olivia y Eliot la esperaban para trasladarla a los juzgados donde ya su juez tenía una sentencia dictada. En esos meses ambos detectives se habían acercado mucho a ella, querían entender por qué el declararse culpable, pero Vanessa no dijo nada más.

En la sala de audiencia ya había público cuando ella  llegó, su familia y Selena estaban en la segunda fila. Los detectives se sentaron delante de ellas después de guiar a Vanessa a su mesa. La fiscal ya estaba preparada, sólo tuvieron que esperar a que el juez llegara y al hacerlo preguntó por la defensa de la acusada, pero esta sólo negó con la cabeza. Así que con la ceja alzada, sorprendido ante la rareza del caso, dio inicio a la sesión. La misma fiscal se cansó de hablar todo el tiempo sin tener quién le refutara. Y así, después de dos horas, el juez dictó su veredicto.

—Vanessa Anne Hudgens, acusada por los delitos de lavado de dinero, evasión fiscal, homicidio intelectual y huir de la justicia por 1 año. La corte de Nueva Jersey la declarada culpable y la sentencia a veinticinco años de prisión sin derecho a fianza.

Se escuchó el martillo pegar sobre la madera al mismo tiempo que Gina comenzaba a llorar sostenida por los brazos de Selena.

Veinticinco años.

Veinticinco años.

Veinticinco años.

En el cerebro de Vanessa no se escuchaba otra cosa más que la cantidad de tiempo que pasaría privada de su libertad por el único delito de confiar en su abogado. Sabía que esto pasaría, pero no dejaba de sentir escalofríos. Saldría de ahí con más de cincuenta años, se perdería la boda de Stella si es que algún día planeaba casarse, no vería a su mamá envejecer y, claramente, no pretendía encontrar a Zac después de ese tiempo. Ni si quiera quiso ver el rostro de su familia cuando pasó juntos a ellas, se dejó esposar y escoltar hasta la entrada de la prisión. Una vez dentro, entregó su traje para que le dieran el uniforme y volvió a su celda.

—¿Cuánto tiempo?—preguntó Macarena.

—Veinticinco años—respondió con voz cortada.

—Te vas a acostumbrar—Vanessa no respondió—Sabes que no te puedes quedar en la celda, vamos al gimnasio.

                                                                              ...

No muy lejos de ahí, Eliot y Olivia entraban a su oficina.

—Felicidades, chicos. Lo lograron—dijo su jefe.

Pero por alguna razón, no se sentían nada felices. Olivia incluso tenía el rostro pálido y ojeras pronunciadas.

Cuando te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora