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Narra Zac

—¿Enserio? ¿Después de lo que te hizo?—preguntó mi mamá dando vueltas en la mesa.

—Sí y es mi decisión—conteste tajante—Y si no quieres que viva aquí por esa razón en este momento me voy con ella.

—Sabes que esta es tu casa y nunca te pediría que te fueras. Y si te vuelve a lastimar, yo volveré a estar aquí,  como Michelle.

Rodé los ojos antes de responder.

—Ella no me lastimará otra vez.

—De eso estabas muy seguro hace unos meses.

No quería seguir discutiendo con ella, pero sabía a lo que me enfrentaba cuando regresé del trabajo y me preguntó el motivo de mi felicidad. Le dije que había hecho las paces con Gabriella y su empatía se fue de inmediato cuestionándome dónde había pasado la noche como si tuviera 15 años.

Tenía tiempo antes de ir al bar, después iría a ver a Vanessa pero mientras daría una vuelta y aprovecharía para darle una sorpresa.

Narra Vanessa

Siguiendo con mi obsesión de limpieza llegué al bar una hora antes que Nikki para dejar todo impecable y a la vez despejar mi mente del correo de mi mamá. Como le dije a Miley no quería hacerme ilusiones y menos si Austin seguía en contacto con ella, pero era mi mamá y por lo que leí tenía fe en que yo fuera inocente, aún no había firmado su veredicto como mi hermana, de la cual no tenía idea que era de su vida.

Al llegar Nikki abrió los ojos sorprendida de verme sentada tomando un vaso agua. Me imagino que mi aspecto también le causó confusión, como a Miley. Pero mi jefa no quiso saber más, como siempre, fue muy discreta. Lo único que llamó su atención fue mi futuro.

—No entiendo—dije con un pedazo de carne en la boca.

—Por lo que veo hiciste las paces con tu novio y si su ruptura te trajo aquí, me imagino que ya planeas irte.

No había tenido tiempo de pensarlo, estaba muy emocionada de haber hecho las paces con Zac y después muy ansiosa con el correo de mi madre que no hice ningún plan respecto a lo que haría de mi vida en este momento. Pero ahora que Nikki me preguntaba la verdad era que me gustaba vivir ahí, esta jefa era mucho mejor que Alexandra y además dudaba que esta última me dejara volver tan fácilmente, lo mismo que George que seguramente ya había alquilado mi habitación. Claramente me gustaría estar más cerca de Zac, pero él también necesitaba su tiempo y espacio para asimilar las cosas, a pesar de que me había dicho que estaba todo bien entre nosotros.

—Sabes que puedes quedarte el tiempo que necesites—sonrió Nikki al no tener respuesta—y creo que me darás menos problemas a partir de ahora.

Agradecí. Quería empezar a cumplir sus expectativas desde ese momento así que además de limpiar, esa noche ayudé a servir las bebidas y a recomendar diferentes tragos con combinaciones que me inventé, considerando que nuestros clientes no eran muy exigentes y que al llegar a nuestro bar ya no estaban en sus cinco sentidos, aún así fue una buena noche con propinas de las que Nikki me dio una parte.

Mi madrugada mejoró cuando al salir del trabajo Zac estaba esperándome con flores y una sonrisa. Corrí a su encuentro y me colgué de su cuello para besarlo. Después de unos segundos me separó de él.

—¿Pasa algo?—pregunté asustada.

—Sólo quería comprobar que eras tú porque ese beso no me supo a alcohol.

Cuando te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora