Madrid, España
Año 2017
Me encontraba dentro de una de las tantas habitaciones que Cristiano tenía en su casa. Él había armado una pequeña fiesta con toda la camada del Real Madrid. Estaba cansado, había encontrado al portugués demasiado cariñoso con la mujer por lo que el ánimo que había traído a la fiesta terminó más rápido de lo que pensé.
No entiendo el momento donde comencé a sentir cosas por él, ¿Por qué tiene que ser él? ¿Por qué Cristiano? Odio que me ilusione o más bien, odio ilusionarme con algo que tenía en claro que no iba a pasar.
-¡Acá estás!-exclamo esa voz tan conocida-¿Te pasa algo?
Negué-no no me pasa nada, nomás que quería venir a descansar un ratito pero creo que mejor me iré a mi casa. Muy linda la fiesta estuvo espectacular, espero se repita.
-Vos no te vas a ningún lado-comunicó firmemente-no quiero que te vayas, no me dejes solo.
-Hace un rato no estabas solo, aparte hay demasiada gente abajo solo no vas a estar, créeme-sonreí a medias, mientras agarraba mis cosas y tomaba rumbo hacia la puerta-nuevamente gracias por la invitación.
-¿Por qué tiene que ser todo así entre nosotros?-cuestionó Ronaldo sentándose en la cama-¿Siempre vamos a dar vueltas como si fuésemos una calesita? Yo no quiero ocultar más que la persona que amo está enfrente de mí.
-No sé, vos mismo decidiste que así fuera, yo no puedo hacer más de lo que ya hice. Intenté de mil formas, lo único que conseguí fue que me boludearas más de lo que ya venías haciéndolo. No sé vos, pero yo ya me cansé. Cada vez que estoy con vos me siento plato de segunda mesa, me haces sentir que no existo y que Georgina tiene todo lo que yo más anhelo en este mundo; te tiene a vos. Hasta acá llegué-las lágrimas salieron descontroladamente.
-Vos sos el amor de mi vida, siempre lo serás-expreso acercándose hacía mí.
-¿Cómo sé que es verdad? ¿Cómo hago para creerte?-interrogue mirándole a los ojos.
-Confía en mí, solo eso-y ahí está, otra vez está regulando. Siempre lo mismo.
-Tantas veces lo hice, todas salí lastimado. ¿Por qué ha de ser diferente ahora?-me reí con amargura, el nudo de mi garganta cada vez se iba agrandando más.
Y ahí, con ese silencio, entendí todo. Entendí que en sus brazos no tengo lugar, comprendí que su corazón tiene dueño y ese no soy yo. Sabía que no tenía nada que hacer ahí en esa casa y tampoco en el club. Momento de pensar en mí y mi carrera, lejos de lo que creía reflejado la felicidad.
-Te creía mi felicidad ¿Sabías? Sentía que todo lo malo que me estaba pasando a tu lado traspasaba a un segundo plano. La mentira más grande. No sé si te enteraste pero tengo millones de ofertas, incluso más interesantes que la renovación que también me propusieron, antes no veía la posibilidad de estar en otro equipo que no sea el Real Madrid porque había muchas cosas que me frenaban, vos en gran parte. Ahora que todo se aclaro es momento de irme a buscar más sueños por cumplir, ya no tengo más nada que hacer acá en España-Solté todo sin vueltas, la mochila que tanto me pesaba al fin puede sacármela.
No escuche ningún tipo de respuestas, ni suplicas por parte de él para que me quedera. Absolutamente nada. Vi por última vez al hombre que más amaba en el mundo para luego abrir la puerta y retirarme del lugar. Antes de irme completamente pude escuchar como el llanto de Ronaldo aumentaba, tenía ganas de entrar y abrazarlo pero no podía. Todo quedo atrás.
