¡Marruecos, ha eliminado a España!
Sus ojos se cristalizaron, su bronca se acumuló. Durante los 120 minutos que jugaron habían hecho méritos para pasar de ronda. No pudieron, no pudieron romper con la barrera, el seleccionado marroquí fue con la idea de llegar a los penales, metiendo a sus 10 jugadores en posición defensiva, no dejando que España realice el juego del que tanto estaban acostumbrados; aquellos toques precisos y tajantes al pie, con algunos que otros descuidos pero con seguridad respecto a ello. Probaron de todas las formas posibles, sin cambiar el esquema que tanto los identificaba, jugadores entraban y salían, sin muchísimo protagonismo. Sergio Busquets, el capitán y místico mediocampista, no logró deslumbrar como en cada partido, no logró imponer su jerarquía, no logró levantar al equipo durante todo el encuentro deportivo. Dejaron todo de sí para cumplir su mayor sueño, sin embargo, todo quedó atrás. Todo terminó. Todo se derrumbó. Era una pesadilla del que nadie se quería levantar.
A horas tempranas en Doha-Qatar, las valijas en la puerta se encontraban preparadas y listas para subirse al micro. Su próximo destino, Madrid para algunos, Barcelona para otros y los restantes decidieron quedarse de vacaciones con su familia ahí mismo. El vuelo fue silencioso, el ambiente denotaba tristeza, enojo, tranquilamente se podía cortar con un cuchillo. Tiempo después, cada uno de ellos se encontraba abrazando a su familia, sobre todo Ferrán, Pedri, entre otros. Eric, mientras tanto, suspiró pesadamente y fue en busca de su auto, que estaba en el estacionamiento, guardó sus cosas y tomó rumbo hacia ninguna parte en realidad, no quería llegar a su casa y estar solo, como siempre lo ha estado. Su familia ya ni lo quería ver desde que se enteraron su relación con el valenciano. Su único sostén era su hermana, y no quería molestarla. Su mayor contención, su novio, tampoco quería molestarlo. Sin más preámbulos, se fue sin dar señales a nadie.
-"¿Chicos, vieron a Eric?"-preguntó Ferrán un tanto preocupado-"se me perdió de vista y realmente me estoy asustando".
-"Tal vez quiere estar solo, hermano"-sentenció Pedri elevando sus hombros-"déjalo tranquilo, y si no da señales de vida, ahí preocupate".
-"No es eso solamente, es capaz de hacer cualquier cosa cuando algo lo pone mal"-susurró el mayor.
-"¿Tranquilo, sí?"-verbalizó Dani Olmo, quien viajó con ellos-"todos estamos mal, todos queremos estar solos para intentar entender que fue lo que pasó, y pensar en ese "Que hubiese pasado si...", cualquier cosa que pase nos avisas y estaremos al pie del cañón, pero no te desesperes".
-"Lo sé, y lo entiendo, pero no me gusta que se vaya solo, yo también estoy mal, pero él verdaderamente está solo, no tiene a nadie más que a mí"-se agarró la cabeza. Sintió un par de brazos rodeandolo, sus amigos lo estaban consolando.
-"Sí de algo sé, y créeme que lo pasé, siempre que algo pasaba y me afectaba muchísimo me iba lejos sin avisarle a nadie"-manifestó una voz, bastante conocida para todos, en especial para Pedri-"hacele saber que estás, que ante cualquier cosa que suceda darías todo para que este bien, hacele entender que sos su refugio para absolutamente todo. Va a volver".
Pedri lo abrazó fuertemente, apoyando su cabeza en el pecho de él. Lo necesitaba tanto. Nada puede estar mal si está él a su lado-"viniste, pensé que jugarías el partido que me dijiste el otro día".
-"No podía dejarte solo después de lo que pasó"-acaricia su mejilla mientras deposita un besito en sus labios-"así que pedí unos días de licencia, y como era un torneo sin tanta importancia, el entrenador decidió usar a los suplentes, así que me dejó venir sin problemas".
El valenciano los dejó solo, y se fue. Subió su equipaje al baúl del auto, y subió al vehículo. Llamó varias veces a Eric pero no obtuvó respuestas; tenía el celular apagado. Suspiró pesadamente, intentando que las ideas de los lugares favoritos de su novio cayeran a su mente como balde de agua fría en verano. ¿Martorell?, pues su familia no lo quiere ver y realmente no quería verlos, les tomó muchísimo coraje a esas personas, haberlo dejado solo cuando el catalán más los necesitaba, no los entendía en lo absoluto. ¿Su casa? Sería el primer lugar donde lo buscarían y sabía que Eric era bastante inteligente en ese sentido. ¿Su hermana? Estaría con sus padres seguramente así que no va a decirle practicamente nada. El delantero volvió a suspirar. ¿Alguna playa? ¡Bingo! Sería el espacio perfecto para esconderse, detrás de las piedras que parecían ruinas antiguas, donde ahogar las penas. Se dirigió hasta allí, probablemente no solucionaría nada pero quería acompañarlo. Consentirlo. Consolarlo. Abrazarlo más que nada.