Capítulo 66: Hospedando a la Muerte

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-Pueblo Caronte, Tierras de Vestevia-

Han sido ya dos horas desde que atravesamos la barrera que limita al exterior del pueblo Caronte, barrera sostenida por los clérigos voluntarios del templo de la justicia divina, subordinados a Rufus Art Versait, obispo y amigo de la infancia de nuestra guía y sirvienta principal de la tercera princesa de Marebitia.

Habiendo comprendido ya la naturaleza del brote de violencia originado en este pueblo, seguimos avanzando con suma cautela por las calles del pueblo, dirigiéndonos al sendero más corto que nos llevaría hasta la mansión de los señores de Vestevia.

Nuestra misión principal era llegar hasta allá y proveer auxilio y rescate a los nobles que gobernaban estas tierras, si es que aún seguían con vida, mientras que encontrar y erradicar la causa de dicho mal era nuestro objetivo secundario.

Al entender que lo que afectaba a esta gente inocente era el mítico virus zombi que solo había visto en películas y libros de terror, me sentí reacio a continuar avanzando en compañía de las demás, más poco importó mi malestar luego de ser confrontado por los demás miembros del equipo.

Al final fui convencido de avanzar con la misión aun cuando el nivel de dificultad había superado mis expectativas. Y aunque me aterraba ver que algo como lo que les pasó a los pobladores de Caronte les pasara a las chicas, acepté la determinación de las demás para seguir adelante.

Y aunque la idea de enfrentarnos a zombis caníbales podría asustarme en la mayoría de los casos, gracias a que no éramos el equipo típico de personajes comunes, mi temor se vio ligeramente aplacado.

[Tiro Certero] [Bala de Aire] [Bala de Agua]

A pesar de que el pueblo Caronte tenía originalmente una gran masa de habitantes, la cantidad que nos encontrábamos durante nuestro avance no superaba a una decena por minuto, y gracias a que avanzábamos por los techos en vez de por la calle principal, el riesgo a un confrontamiento cuerpo a cuerpo se reducía drásticamente.

Como el nivel de los presentes superaba al aventurero promedio fácilmente podíamos derribar con precisión a una gran cantidad de zombis con el mínimo necesario de ataques.

La mayor ventaja que teníamos era que la mayoría de nosotros estábamos especializados en el combate a distancia, por lo que atinar una flecha o una bala mágica a enemigos atados al suelo era una tarea bastante sencilla de completar.

Pero claro, no todo podía ser tan fácil, en especial en un mundo de fantasía como lo es Éltera.

Los zombis se les caracteriza por ser más fuertes que el humano promedio, sobre todo porque ya sus cuerpos no se encuentran atados a los limitadores que el cerebro humano pone al cuerpo con tal de evitar lesiones por exceso de fuerza.

Y si se aplica esa lógica en este escenario, entonces también dichas limitaciones se liberarán en los zombis que anteriormente eran aventureros.

- ¡Tyrel, señorita Elena, dos al frente!

Hice este llamado a las dos ani-humanas del grupo luego de visualizar como dos zombis que llevaban armadura ligera saltaban de techo en techo hacia nosotros. Dichos zombis tenían toda la pinta de haber sido aventureros antes de convertirse, y como tales sus niveles y estadísticas debían superar a los de los zombis promedios.

Y aunque las estadísticas no deberían guardar ninguna importancia en un cadáver, la cantidad de fuerza física y agilidad almacenadas en dichos cuerpos lograba alcanzar su máximo potencial ahora que dichas limitaciones habían sido liberadas tras su zombificación.

- ¡Entendido!

-Enseguida.

Luego de encontrar con la vista a los dos zombis aventureros que había mencionado las dos combatientes de cuerpo a cuerpo presentes se dirigieron a interceptarlos antes de que lograran alcanzar el techo sobre el que nos encontrábamos parados.

This is another world (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora