Capitulo 43: Arrepentimientos

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-Templo maldito, Tercer piso inferior: Selva de Atenea-

Dolor... Y frustración, es lo único que puedo experimentar en este momento. En este árido y destruido escenario donde una complicada batalla se llevó a cabo. No hay jubilo ni gritos de victoria, no hay sonrisas ni felicitaciones entre nosotros, ya que no hay motivos para tales ánimos.

La que fue una misión imposible desde un principio logró completarse de forma correcta, habiendo sido eliminada la amenaza de alto nivel, y salvando de este modo a la gente de la superficie, quienes han de estarse regocijando con lágrimas de alegría. Pero aquí abajo, donde el gran final tuvo lugar, las lágrimas son de dolor y de completa desdicha.

Ya que el precio que se tuvo que pagar para conseguir esta victoria, fue la vida de nuestra importante y valiosa compañera de equipo. La vida de la primera que dio un paso al frente para realizar esta misión sin esperar nada a cambio, la que se arriesgó más al final y a la vez tuvo el mayor crecimiento de todos los presentes.

Fue la vida de Sephirina la que se perdió al final de esta fatídica batalla. Siendo arrebatada por la simple mirada de la Medusa olímpica, un monstruo tan despreciable que además es la jefa del tercer piso inferior de este calabozo.

Fue ella quien nos arrebató algo valioso e irremplazable, solo por su deseo de vernos sufrir y derrotarnos al bajar nuestra moral, lo cual no le terminó funcionando. Ahora aquel despreciable monstruo no se encuentra presente, estando en su lugar un pasaje subterráneo, cuya escalinata inferior nos llevaría al cuarto piso inferior de este calabozo.

Pero no teníamos el deseo ni la voluntad de seguir avanzando, y si puedo hablar por mí mismo, no quiero volver a luchar ninguna batalla en un largo tiempo, no quiero desenvainar mis armas y hechizos contra otro adversario, porque hacer eso, fue lo que le arrebató la vida a mi querida amiga.

Muchos dirán que no me lo tome a pecho, que es normal entre aventureros perder la vida, que es algo que termina pasando tarde o temprano. Y tienen razón, esa es la realidad que enfrenta todo aventurero, la posibilidad de no poder volver con vida al explorar un sitio peligroso. Sephirina quizás estaba preparada para este riesgo, mentalizada para el peor escenario... O quizás no...

Quizás ella tenía una fe inquebrantable en mí, creyendo que siempre saldríamos victorioso de cada batalla, y que siempre encontraría el modo de salvarlos a todos, sin importar cuan mala fuera la situación, o que tan difícil o poderoso fuera el enemigo. Si fuera así... Si ella pensaba de ese modo... Entonces el día de hoy le terminé fallando, y de la peor forma en que era posible hacerlo.

En este momento desearía dejar de pensar, dejar de sentir este dolor, sumergirme en la oscuridad y abrazarla para no volver más, este sentimiento se apoderó de mí, el de querer dormir para nunca despertar, y así no recordar que, por mi falta de poder, perdí a quien consideraba irremplazable.

Ha pasado media hora desde que la batalla terminó, y ahora todos estamos ya libres de heridas y ataduras, reunidos en el mismo lugar que nuestra amiga caída. Sephirina terminó siendo totalmente petrificada, lo cual en este mundo significa muerte real, un estado donde el cuerpo no responderá a ninguna magia o poción para despetrificar, volviéndose una estatua por la eternidad.

En su momento de petrificación, ella quedó en una posición que le permitió mantenerse de pie aun en su estado de estatua, sin otras heridas que los orificios provocados por el ataque de la Medusa. Si era capaz de ignorar tales orificios, entonces podría ver a una copia exacta de nuestra compañera.

... No lo puedo creer aún, no lo quiero creer... Que ella...

¡SMASH!

This is another world (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora