Capítulo 15: Retribución

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-Pueblo Parita, Tierras de Ebelmonte-

Han pasado varias horas desde que me encontré con Sephirina en aquel bosque, luego de aclarar varios malentendidos y conseguir su guía al poblado más cercano, logramos llegar a nuestro destino.

El pueblo de Parita era un pequeño poblado con menos de quinientos habitantes, aunque era un número considerable de personas resultaba pequeño para el tamaño del pueblo en sí, siendo qué en su mayoría, los habitantes enfocaban sus trabajos a la producción y al comercio con aventureros.

La ganadería, el sembrado de cultivos y la preparación de alimentos a partir de las plantas y monstruos recolectados por aventureros eran los mayores atractivos del poblado.

El nivel de educación no era muy elevado, aunque se consideraba la media entre los poblados de estas tierras, a diferencia de muchos poblados, en este había algunos educadores llamados así profesores, que reunían a los niños del pueblo para enseñarles nociones básicas como la escritura y las operaciones aritméticas.

Puesto que los adultos se pasaban todos sus días trabajando en los campos o en sus locales, no podían recibir la misma educación que sus hijos, más esto no era un problema para ellos, ya que sus conocimientos se basaban en lo aprendido por sus padres durante su infancia.

El pueblo Parita tenía tanto una tienda de armas como de armaduras, y a un maestro forjador que se encargaba de las reparaciones de cualquier objeto metálico que los aventureros o pobladores le pudiesen traer.

Había una pequeña casa donde vivía un mago de edad avanzada, un ex-aventurero que en sus tiempos de antaño se dedicó a la colección de libros mágicos, y que debido a sus bastos años de experiencia se ocupaba de la compra y venta de grimorios y bastones para los magos que pudiesen pasar por el pueblo, también era al que visitaban los chicos del pueblo que aspiraban a ser magos.

El poblado poseía también una herbolaria a cargo de una señora madre de dos hijos, en su tienda podías encontrar pociones de grado bajo y medio tanto de HP como de MP, así como medicamentos para diversos efectos de estado que pudiesen provocar los monstruos de la zona, la mayoría de estos eran bebibles, aunque también podían ser aplicados sobre el cuerpo para anular los efectos.

Claro que un pueblo de este nivel, no estaría completo sin su propio gremio de aventureros.

Los gremios de aventureros podían encontrarse usualmente en poblados donde hubiese o grandes madrigueras de monstruos, o donde se encontrará un calabozo activo.

Los aventureros que se registraban en el gremio tenían permitido tomar las misiones que las personas del pueblo pusiesen en el cartel de misiones. Cada petición tenía que ser evaluada antes por un recepcionista del gremio, y si este consideraba que la misión era de alto riesgo tendría que ser requerida la aprobación del maestro del gremio.

Las peticiones iban desde la recolecta de hierbas o setas que crecieran en alguna zona, a la caza de monstruos que habitaran en los alrededores, algunos monstruos eran cazados debido a que sus pieles, carnes o huesos podían tener algún uso en la fabricación de ropa, armaduras, armas o platillos de comida. Otros monstruos eran cazados simple y llanamente para evitar su propagación, o por alguna clase de retribución debido a algún incidente que los involucrara.

Las peticiones también abarcaban desde la caza de los ladrones o para servir de guardaespaldas para llegar a un destino específico. Para cada petición, habría un aventurero dispuesto a cumplirla.

El aventurero no recibiría su pago hasta haber completado la misión, y para ello se le entregaba a cada solicitante una estampilla impresa en una hoja de papel.

This is another world (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora