Capítulo 34: La última misión

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-Gremio de aventureros, pueblo Belef-

Habían pasado algunas horas desde nuestro encuentro con los minotauros en el valle del unicornio. Valupla quien había perdido la consciencia tras el repentino aumento de nivel, había logrado despertar minutos antes de que pasáramos por el puesto de control para el reingreso al pueblo, un golpe de suerte ya que para entrar y salir del pueblo nos piden no solo mostrar nuestra tarjeta del gremio de aventureros, sino también el sello de esclavo que se encuentra en la nuca de Valupla y en el dorso de mi mano como su amo

Es algo molesto, pero si pienso que es el procedimiento lo puedo dejar pasar

Ahora que habíamos vuelto podía sentir nuevamente las miradas molestas de antes, las cuales tuve que hacer retroceder con [Intimidación] y [Mirada siniestra]. El día que menos lo espere, habré llevado ambas habilidades al Lv MAX, y será tan efectivas que lograre infligir tanto temor como si fuese el mismo rey demonio. Aunque podría ser divertido averiguar el potencial de esta habilidad, trate de concentrarme en la situación que tenía en frente de mí, o mejor dicho detrás de mi

Sephirina y Valupla, siendo ambas chicas, se encontraban algo distanciadas la una de la otra, ambas siguiéndome, pero al mismo tiempo manteniendo una distancia la una de la otra, como si no supieran un modo de interactuar o se sintiesen incomodas para intentarlo. Parte de mi deseaba que llegara el día en que ambas pudieran tratarse como camaradas. Pero ya que es el primer día de interacción no pienso esperar demasiado de ambas. Me conformo con que no se traten de matar mientras estamos los tres juntos

Fue entonces cuando en nada de tiempo, dimos con las puertas del Gremio de aventureros, abiertas de par en par para recibir a cualquiera que entrase. Sea un cliente, un aventurero, o algún enemigo, el gremio estaba confiado de recibir a quien sea, puesto que era un gremio fuerte con personas fuertes, uno tenía que estar loco para entrar e intentar algo estúpido contra el gremio. De ahí la confianza de tener siempre sus puertas abiertas

Ahora la cuestión que nos concernía, era el cómo proceder. Ya que no éramos solo Sephirina y yo en esta ocasión, sino también Valupla la que estaba con nosotros. No sabía nada sobre el llevar a esclavos dentro del Gremio de aventureros, y en el gremio del pueblo Parita, no había encontrado algún esclavo demonio, por lo que no sabía si estaba permitido. Solo había una persona a la que podía consultar en un momento así

"no pienso que esté prohibido, ya que hay aventureros que compran esclavos para usarlos como compañeros o ayudantes en las misiones, debería poder pasar"

Luego de preguntarle, esa fue la respuesta que Sephirina ofreció

"así que no hay problema"

Me sentí aliviado al escuchar tal respuesta, ya que no quería dejarla sola mientras nos esperaba

"espera Shimon, dije que no estaba prohibido, no que no habría problemas"

Justo cuando estaba por entrar Sephirina me detuvo con ese comentario

"es verdad que no está prohibido el ingreso de esclavos, pero muchas personas ven con malos ojos a los de la raza demonio... hay incluso quienes guardan un profundo odio contra ellos y se volvieron aventureros para exterminarlos... es probable que muchas personas traten de hacer algo si la ven entrar al gremio"

...

"¿quiere decir que no solo podrían verla mal, sino intentar algo?"

"así es, aun cuando están prohibidas las peleas dentro del gremio, alguien podría no hacer caso a esto..."

Sephirina vio un momento a Valupla para luego bajar la mirada con un poco de pena. Sorprendentemente ya no guardaba sentimientos de odio ni resentimiento a Valupla, pero no podía negar el de las demás personas, tanto que se notaba su malestar al momento en que pusimos un pie en el pueblo. Yo no tenía problemas con las miradas llenas de odio de la gente, ya que podía suprimirlos con [Intimidación] pero que esas miradas llegasen a Sephirina, era algo que no podía tolerar

This is another world (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora