Desperté perezosamente por unos sonidos muy extraños. Me senté en la cama y bosteze. Miré a mi al rededor y los ruidos provenían de la cocina, seguramente y claramente era Harry, me puse de pie y asomé mi cabeza por la puerta, efectivamente Harry estaba ahí cocinando.
-¡Buenos días!- Lo saludé con la mano y me senté en una silla.
-Buenos días dormilona, ¿Como amaneció?- Preguntó moviendo lo que quiera que sea que estaba cocinando, con una cuchara.
-Muy bien, ¿Y usted?-
-Perfectamente bien, ¿Quiere el desayuno?-
-por favor-
Sacó unos platos de la viaje repisa y sirvió en ellos... ¿Huevos revueltos con tocino? Y los puso en la mesa.
-¿Sabes cocinar?- Pregunté metiendo un bocado a mi boca.
-Claro que si, ¿nena...?-
-¿mmm?- Pregunté con mi boca llena de comida.
-¿Sabes como esta tu Mamá?- Negué lentamente con mi cabeza.
-No, y no me importa la verdad- Suspiró y comió de su plato.
Nuestro desayuno fue silencio total hasta que decidí romperlo.
-Harry... no pases por mi. Quiero llegar yo... ¿si?-
-Okay nena... pero si algo pasa o algo...-
-Te llamaré. Lo sé- Terminó su plato y lo llevó al lavaplatos. Miré mi plato y todavía tenía mas de la mitad.
Comí lo que pude y igual lo dejé en el lavaplatos.
-Bueno señorita, la espero en el Baile alas 8:00- Tomó una bolsa negra del sofá y se acercó a mi. -Espero que ese vestido que no me dejaste ver sea realmente hermoso, al igual que tu- Besó mi frente y se aproximó ala puerta. -Te amo.- Salió dejándome con la palabra en la boca.
-Hombres...- Susurre para mi misma.
Miré el gigante reloj de pared que tenía en mi cocina y eran las 11:30. Aún tenía tiempo. Esté día será espectacular.
Hice los deberes correspondientes ala casa hasta que terminé agotada. Miré de nuevo al reloj y eran las 5:00.
Preparé una ducha de burbujas relajante con agua tibia. Me despoje de mi ropa y me metí lentamente, miraba TV mientras estaba relajandome en la tina.
Pasaron justamente 45 minutos y salí de la tina, ya que también el agua se había helado.
Entré a mi habitación, busque la bolsa morada en mi armario hasta que la encontre. La abrí y saqué mi vestido, tacones y los accesorios.
Me senté frente a mi tocador y saqué un pequeño kit de maquillaje que me había regalado mi mamá hace un año por mi cumpleaños, nunca lo he usado pero hoy lo haré. Saque unas sombras moradas bajito, rimel, labial rojo... no tan fuerte claro y delineador negro.
Delinee cuidadosamente mis ojos sin ninguna equivocación ni mancha alguna, coloque un poco de sombra en mis párpados, enchiné cuidadosamente mis pestañas para no lastimar mi ojo, duele mucho cuando te equivocas, terminé perfectamente y les puse rimel. Me miré al espejo y no me miraba mal. El toque final, me puse el labial.
Saqué de la caja blanca mi vestido, mis tacones y los accesorios. Me puse el vestido y los tacones, me quedaban bien, no lo niego. Me coloqué los accesorios y listo.
Me miré por última vez al espejo y wow... si que cambié. Voltee a ver el reloj 7:40. Perfecto.
Salí de la casa rápidamente y tomé un taxi, que bueno que no se tardó. Le indiqué la dirección de la escuela y me llevó.
Baje del taxi, le pagué y entré avergonzada, todos me miraban... esto es completamente extraño. No soy un bicho, no soy un extraterrestre, no soy una planta, ¿Por qué me miran? Me di por vencida al no responder mi propia pregunta y me acerqué ala mesa de bebidas, tomé un vaso de plástico color morado, hoy todo es morado y me serví un poco de jugo. Miré por todas partes y nada.
Hasta que mi mirada chocó con unos penetrantes ojos verdes. Un chico de rizos castaños bien peinados, Smokimg negro elegante y zapatos igual de elegantes. Al mirarme su boca cayó al suelo y yo sólo miré al piso con mis mejillas a punto de estallar de calor.
-¿Tan mal me veo?- Pregunté dando una pequeña vuelta.
-Digo todo lo contrario nena... te vez... hermosa, ahora entiendo por que no querías que lo viera... espera... ¿Te maquillaste?- Asentí divertida.
-Soy chica. Para aventos especiales si me tengo que maquillar- Sonreí y me abrazo.
-Te dije que eres hermosa, eres perfecta Shanon Evans... ¿Me concede esta pieza?- Estendió su mano a mi y la tomé.
-por supuesto- La música era lenta y romántica ala vez.
Nos moviamos al compás de la música lenta, mi cabeza yacía en el hombro dr Harry y la barbilla de Harry se posaba en mi cabeza.
Llegó el momento de aumentar los pasos de baile y me daba vueltas en el aire o así. Bailaba tan bien. Todo iba perfectamente hasta que la puta de Maddie apareció y adivinen com quien... ¡SI! Con el puto de Geovani.
-Hola chicos, ¿Disfrutando la fiesta? Hermoso vestido Shanon - espetó Maddie mirándome.
-gracias, ¿Podrías irte de a...- Harry apretó mi mano.
-Sí. Compermiso.- Harry ma jaló hasta la mesa de bebidas y lo miré mal. -No debemos comportamos así... no hoy nena, es nuestra noche-
-lo sé y no quiero arruinarla- Junte mi nariz con la de el.
-Perfecto muñeca...- Tomó mis manos y las posó en su cuello mientras sus manos se posaban en mi cintura.
-Hay que hacer esta noche más especial Harry...-
-¿Cómo, nena?-
-Vamos a un hotel...- Dije segura.
-¿Quieres...? ¿Estas segura y lista?- Preguntó nervioso.
-No te pongas nervioso. Si estoy lista y dispuesta Harry, eres el indicado- Acaricié su mejilla con mi mano donde se formó un pequeño hoyuelo por su sonrisa.
-Si te arrepientes o sientes un impulso sólo dímelo, ¿Si nena?- Asentí cuidadosamente.
Sabía que Harry era el chico indicado con quien perder mi virginidad... estaba dispuesta y preparada para esto con el.
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¡¡Foto del vestido, tocones y accesorios de Shanon en multimedia!!
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Anorexia. Harry Styles.
LosoweShanon Evans piensa que su peso es como un libro para juzgarlo, piensa que sus muñecas son papel para cortarlas, & piensa que su vida es como una película... Para terminarla. Todo son problemas y problemas... Pero... ¿Llegará Harry Styles? Un chico...