Capítulo 64 (Maratón 2/3)

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~~~~~~~~Al siguiente día~~~~~~

-¡Harry...!- Alargue su nombre llamándolo.

-¿Qué...?- Igual lo alargó.

Asomé mi cabeza por la puerta de la ducha. Miré que abrió la puerta asomando sus rizos alborotados, entró y le sonreí.

-¿Me pasas mi toalla?- Le pestañee como una niñita de 5 años.

-Quisiera estar adentro contigo- Dijo e hizo un puchero con sus labios. Se veía taaan tierno, lo miré y Le dediqué una mirada tierna.

-Ven aquí-

-Wii- Sin Pena alguna se quitó completamente su ropa y entro a mi lado. Colocó ambas manos a mi cintura y besó mi cuello.

-¿Harry...?- Emití un gemido. -N-no... aquí no- Mordió mi cuello con dulzura y acarició el borde de mis hombros.

Mordí mi labio inferior tratando de no soltar gemidos pero no podía evitarlo. Simplemente salían de mi boca cuando aquel chico de rulos que amo hacía tacto con mi piel. Sus dedos viajaron desde mi cuello a mis senos. Los acariciaba lentamente y los masajeaba... mis gemidos cada vez eran más fuertes.

Tomó mi rostro y me volteó hacía el. Lo miré a sus ojos esmeraldas y a sus rizos mojados... Mordí mi labio y el se lanzó a besarme con una desesperación increíble. Sus labios atacaban los míos con deseo.

-Quédate quieta- Ordenó y Asentí.

Me apegó ala fría pared de la ducha y Tomó ambas de mis manos lentamente, y las colocó a los costados de mi cabeza. Besó mi cuello una vez más y sentí su penetración. Gemí y Mis uñas fueron a dar a su espalda rasguñandola por completo.

Sus penetraciones eran rápidas y me proporcionaban placer, al igual que a el. Sus embestidas fueron un poco más lentas hasta que llegué al orgasmo, supongo que el también llegó.

-Harry, te había dicho que no, eso es después del matrimonio- Reí tomando una toalla y colocándomela en mi cuerpo.

-Bien que lo gozaste, ya te lo había echo una vez- Estampó sus labios en mi mejilla haciendo que un gran sonido se escuchara.

-Eso no lo dudes, pero es pecado.- Dije riendo al mismo tiempo que le pasába una toalla.

-¿Para qué quiero yo esto?- Miró ceñudo la toalla.

-Obvio para que te salgas de aquí.- Rodé mis ojos y lave mis dientes.

-Sólo estamos tu y yo. Nada de que preocuparse- avento la toalla a un lado y Salió de la ducha. Miré que caminó ala habitación y escuché como revolteaba algo en los cajones.

Entré ala habitación y lo miré desnuda aún.

-No escuentro mis bóxers...- Colocó una mano en su cabeza mostrando nerviosismo e impaciencia.

-Están ahí- Señale otro cajón. -Los lave por que TODOS estaban sucios- Recalque la palabra "Todos".

-Awwww, gracias por lavarlos- Abrió el cajón que le indiqué, sacó sus boxers y se los colocó.

-A partir de mañana tendré que lavar tu ropa- Suspire al recordar que mañana era la boda. No estaba lista pero tampoco mi iba a arrepentir.

-Y a partir de mañana, follarte donde sea será legal- ambos dimos una sonora carcajada.

-Siempre a sido legal- Reí y empecé a vestirme.

-Ponte hermosa, vamos a salir. Quiero que hoy sea el mejor día como pareja de novios, ya para mañana en adelante será pareja de esposos-

-Okay- Asintió y salió de la habitación cerrando la puerta.

Abrí mi guarda ropa y lo escanee por varios minutos. Me decidí y tomé unos Shorts cortos, una blusa azul y unos botines. Desde que he adelgazado un poco uso ropa como cualquier chica normal. Adiós blusas holgadas y jeans desgastados. Me vestí y me coloqué un poco de labial rojo no tan intenso a los labios, un poco de rimel, Dejé mi cabello suelto para sentirme más cómoda y listo.

Bajé rápidamente por las escaleras encontrando a Harry con unos jeans negros, una camisa de franela gris, unos botines negros y unas gafas de sol. Se ve tan sexy.

-Que hermosa te ves- Me halagó y rápidamente sentí mis mejillas arder y tornando un tono rojizo.

-Gracias, tu te ves sexy- Rió y me tomó de la mano. -¿A dónde quieres ir?-

-Al cine, pero si me haces lo mismo que cuando nos conocimos...- Iba a seguir hablando pero me interrumpió.

-La perra de Taylor... ya no sé que es más de su vida. Me voy a casar mañana, mi esposa es hermosa, sexy, me trata bien, ¿Qué más puedo querer? Ella quedó en el olvido. Ella es mi pasado, tu eres mi presente y futuro.- Acarició mi mejilla con una de sus manos y yo ladee mi cabeza al sentir su tacto. Me encantaba este chico.

-Bueno, señorita. Vamos- Salimos de la casa e iba a abrir la puerta pero Harry se adelantó y la abrió para mi.

Entré y el rodeó el auto hasta llegar ala puerta del piloto y entrar. Encendió el auto y dió marcha. El camino fueron risas y platica de la boda. Ambos no podiamos creer que fuera mañana al fin...

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-Maldita película va a fracasar- Opinó Harry subiendo al coche igual que yo -No puede creer que se casen y tengan una bebé vampiro, aparte el puto nombre... ¿Reneesme? ¿Quién carajos le pone así a un hijo?- Reí ante sus quejas y encendió el motor del auto.

-No te quejes, tu también quisiste verla- Abroche mi cinturón.

-Yo quería ver Rápidos y Furiosos 7, sólo quería que no te enojaras- Bajó la mirada haciendo un puchero tierno.

-Owww- Tomé su rostro entre mis manos y le di un beso en sus labios inocentemente. -Otro día la veremos-

-Okay- Arrancó.

Después de pasar edificios y árboles llegamos a casa al fin. El camino fue mas corto que largo así que... bueno en fin. Subimos ala habitación y nos cambiamos por nuestras pijamas.

-Duerme bien mi prometida- Besó mi cabello.

-¿¡Enviaste todas las invitaciones!?- Pregunté recondandolo.

-Claro que si- Cerró sus ojos y asintió. -todas-

-Ah bueno, descansa amor- Voltee ni rostro y besé la comisura de sus labios fugazmente. Estiré mi mano y apague la lámpara.

Mañana sería un día feliz, pesado y triste... digo triste por que Anne iba a asistir y Harry de seguro extrañará a su mamá durante la ceremonia. Pero como seré su esposa tengo que animarlo, empujarlo a seguir adelante. Se que es un golpe duro... pero en fin.

Sentí su mano en mi cintura y coloqué la mía encima entrelazando nuestros dedos. Cerré mis ojos y antes de dormirme ya... ya se escuchaban los fuertes ronquidos de Harry, contuve mi risa y caí en un profundo sueño... mañana es el día...

Anorexia. Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora