veintiuno

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-No puedo imaginarme a Nelly como una asesina a sangre fría- negó James esa noche, mientras tomaban una cena fría en la residencia Hamilton, junto a lady Manners antes de asistir juntos al teatro.

Por supuesto, la misma Prudence había puesto al corriente de lo que ocurría a la querida tía de su esposo. Sabía bien que podían contar con su sagaz intelecto, su sabia visión y tenía una ciega confianza en que les cuidaría la confidencia. Además, y especialmente, había comprendido que era lo más práctico, ya que no podía contenerse de discutir al respecto con su prometido.

-No tiene el aspecto correcto y...- prosiguió el joven duque, moviendo su cabeza de izquierda a derecha.

-¿Y cuál sería el aspecto de un asesino, James?-rodó los ojos ella, frustrada. Su teoría no podía estar errada: Martha era la sospechosa más correcta y su prometido no era capaz de digerirla hacía horas-. Lo importante es la evidencia, y la evidencia apunta a ella... Tampoco quisiera creerlo, pero si es una asesina, debemos tomar medidas. Tal vez es hora de involucrar a la policía...

-La policía se reirá de nosotros, Prue. El parte médico de tu padre es claro al señalar "causas naturales" como las responsable de su muerte y no "envenenamiento por cicuta", ya lo hemos discutido- refutó él, cortando con ferocidad su trozo de jamón-. No hay tales evidencias, solo especulaciones. No puedes probar que tu ama de llaves envenenó a tu madre hace miles de años, luego a tu padre y que de paso, ahora decidió intentar envenenarte a ti- Prudence apretó los dientes. No le gustaba que hiciera oír su hipótesis como su fuese una locura-. ¿Por qué matarte a ti?, ¿ahora?... Además, muchas doncellas preparan tés con mezclas de hierbas.

- Tal vez solo disfruta asesinar- dudó entonces ella, hundiéndose de hombros.

-Si se supone que hay una posibilidad de que sea tu madre biológica, ¿por qué envenenarte?- insistió él, con las manos abiertas frente a ella.

-Para... ¿secuestrarme?- no se le ocurría la verdad, pero suponía que un asesino no necesitaba tener razones comprensibles para envenenar a alguien.

- Te habría secuestrado hace años- negó él profusamente.- De todas formas, si estás corriendo peligro en esa casa, es hora de que adelantemos la boda. No permitiré que te envenene nadie, ni te secuestren. Te quiero aquí, bajo mi protección, de inmediato.

-¡Oh, por favor, James!- saltó ella, soltando un suspiro-. ¿Crees que soy una niña? Por supuesto pensé en algún momento hacerlo, pero si lo piensas bien, mi presencia en Burford House es imprescindible. ¡No podemos confiar en ningún otro para continuar la investigación!, y con un asesino entre ellos, toda mi familia corre peligro...

-Justamente porque no podemos confiar en nadie es que no puedes seguir allí, exponiéndote al peligro...

Prudence bufó, exasperada.

Lady Manners dejó caer su tenedor en un escandaloso ruido metálico sobre el plato de fondo, atrayendo la atención de los más jóvenes.

-No es que desee inmiscuirme en vuestros asuntos- comentó tras un leve carraspeo. Los observó, primero amablemente, mostrando su adorable aspecto de dulce anciana, para luego erguirse soberbiamente, dejado en claro que sus palabras se oponían por completo a lo que pensaba.- Pero... he de señalar un punto respecto de la situación en la que se hayan: Si bien es cierto que el peligro que corren es grande, especialmente Prudence, al exponerse a las garras de un asesino... "a sangre fría", como le han llamado... No es menos cierto que el peligro que ese asesino significa no acabará con la salida de Prudence de su casa. Si lo que ustedes creen es cierto, es decir, que el Honorable Duque de Saint Albans ha sido asesinado por alguno de los miembros de su familia, dicha infamia no puede quedar oculta. Los demás miembros de la casa se encuentran en posición de convertirse también en víctimas. Sin olvidar, claro, que convivirán con este asesino por el resto de los tiempos, en su calidad de familiares. James, querido, sin protestas. Prudence debe resolver esto antes de salir de la casa de su padre.

La PrometidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora