Presas del cansancio, Ájax, Pucchiemon y KoDokugumon decidieron acampar antes del anochecer en un claro del Bosque Native, después de haber recolectado un montón de digisetas para cenar. Aquel lugar era tranquilo, pese a que en general el aura que desprendía era siniestra y llena de inseguridad. El cazador empezaba a pensar que ese clima era el característico de los Estados Unidos del Oeste, al ver que ninguno de los digimon se sorprendía. Parecían tenerlo normalizado.
El arácnido tejió unas redes alrededor para evitar que ningún enemigo les atacase durante la noche, mientras que Pucchiemon se encargó de limpiar y trocear la comida con el cuchillo que Ájax le había prestado, pero algo en ella parecía ir mal. Por contra, el humano golpeaba dos piedras sobre un poco de yesca hasta que unas chispas la prendieron fuego.
—Confío que el humo no llame demasiado la atención. —Sonrió con orgullo al ver surgir una pequeña llama—. Cuando terminemos de cocinar, lo apagaré.
—Necesitamos encontrar agua, pero el río más cercano aún queda lejos —dijo la coneja con voz temblorosa. Desde que escapasen del furtivo ataque de los Baboongamon, su carácter había ido menguando hasta ensombrecerse. Quizás el abandono de su hermana le pesase demasiado o quizás tuviese otra razón que no quisiera compartir con los demás. Sea como fuere, estaba afectando al ánimo general del grupo.
—La última vez que bebimos fue en el manantial de la gruta.
—Tendrá que esperar a mañana —zanjó el cazador—. Esos babuinos casi acaban con nosotros y no podemos arriesgarnos a buscar agua a esta hora, la nocturnidad juega en nuestra contra, monstruito.
De las copas de los árboles colgaban diversas placas metálicas; señales de tráfico del viejo mundo que aún podían verse en las grandes ciudades como La Capital, con un aspecto más futurista: un stop, un ceda el paso, peligro, la aleatoriedad resultaba hasta graciosa. ¿Cómo habrían llegado hasta allí? ¿Acaso brotaban cual manzanas de las ramas? Sea como fuere, la fusión de mundos trajo consigo un sinsentido que Ájax había observado de primera mano durante sus cacerías y tan sólo tendría que adaptarse al nuevo ambiente, por extraño y confuso que le resultase.
Con todo dispuesto, el trío se sentó alrededor de la hoguera y juntos contemplaron como las digisetas se tostaban, con el tímido crepitar del fuego escuchándose de fondo. Ninguno parecía tener tema de conversación, sin embargo Pucchiemon se mostraba algo perturbada.
—¿Se puede saber qué te pasa, pascua? —preguntó finalmente el cazador. Más por solucionar el problema que por preocupación, o eso es lo que quería decirse a sí mismo—. Algo te preocupa, lo sé.
—Yo... No quiero hablar de ello ahora, por favor. —Le imploró con la mirada que lo dejase.
—Si lo dejo, ¿hasta cuando pretendes seguir así? —Suspiró. Si no le gustaba relacionarse con la gente era precisamente por esto tipo de cosas. ¿Por qué tenía que lidiar él con los problemas de otros? Si ella estaba descentrada, podía suponer un peligro.
—Deberías decírselo —intervino KoDokugumon—. Me tenían atado a aquella roca en el patio, ¿recuerdas? Pude ver todo lo que sucedió.
—Espera un momento, ¿de qué estáis hablando? ¿Qué es lo que tiene que decirme? —Comenzaba a mosquearle aquel asunto y su tono de voz sonaba ahora agresivo—. ¿Qué me estáis ocultando?
La coneja se encogió en su sitio, rodeando sus piernas con las manos recubiertas por sus guantes rosas, mientras una lágrima rodaba por su sonrojada mejilla hasta caer al césped del suelo. Lo que le atormentase la tenía acongojada y se había apoderado de ella un ligero temblor, más palpable en sus orejas caídas.
Ájax no era diestro en las relaciones sociales y por lo tanto no sabía cómo actuar ante esta situación. Más allá de Iosefka, en el pasado tan sólo había logrado forjar cierto compañerismo con Opal y Levi, soldados de su pelotón, siendo más cercano a este último... En ocasiones se preguntaba qué habría sido de él, ya que a ella la condenó él mismo a una muerte segura por la misma razón que le amputó la mano a Kalaham: le traicionó.
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Digimon: Rise Of Darkness
FanfictionDIGIMON: RISE OF DARKNESS || El sello que mantenía el Mundo Oscuro en su propia dimensión se ha roto, liberando su oscuridad en el denominado Último Mundo. Ájax, un cazador con formación militar, despierta rodeado de lo que más odia, Digimon, viéndo...