Capítulo 33

45 13 9
                                    

El Pandemonium, hogar de bandidos y criminales. Los más oscuros digimon del continente hallaron aquí el refugio perfecto para cometer sus fechorías y escapar de la incesante guerra. Cuando la torre negra fue destruida con la detonación de una bomba nuclear, el gran ángel caído BlackSeraphimon la tomó como suya con la intención de crear una base en su interior en la que reunir tropas para combatir a los humanos.

 Cuando la torre negra fue destruida con la detonación de una bomba nuclear, el gran ángel caído BlackSeraphimon la tomó como suya con la intención de crear una base en su interior en la que reunir tropas para combatir a los humanos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nivel: Definitivo

Atributo: Virus

—Los humanos nos combaten como si fuésemos una plaga que deben exterminar. —Su voz solemne enardeció a las masas. Se dirigía a ellos desde lo alto de la torre, donde pudiera ser observado por todos gracias a las brillantes esferas que iluminaban la capa de polvo y arena que la explosión había levantado—. Su capacidad para corromper toda vida conducirá al Último Mundo a la destrucción si no intervenimos.

El mensaje del gran ángel caído logró calar en sus fervientes oyentes. En un principio comandó a sus huestes para destruir localizaciones militares, búnkeres mayormente, diezmando la capacidad armamentística del enemigo hasta que, sin explicación alguna, desapareció sin dejar rastro... Sin un caudillo que les guiara, los leales terminaron por abandonar su cometido y la torre, su bastión, acabó convertida en una oscura ciudad.

**********

El plan elaborado por Assaultmon para infiltrase en el Pandemonium había tenido éxito. Tras separarse de Vulturemon y los prisioneros, el cyborg condujo el carro hasta un lugar apartado del mercado y abrió una de las cajas de madera.

—Gracias a Yggdrasil, me estaba quedando sin oxígeno. —Pucchiemon cayó de rodillas sobre una explanada de plantas secas.

—Para mí el trayecto se ha hecho corto. —DokuMinomon bostezó.

—Claro, porque has estado dormido casi todo el rato. —La coneja miró a su alrededor y sintió un escalofrío por lo tétrico del escenario.

—Ésta es la primera de siete plantas y, a priori, la más segura —advirtió—. El lugar donde conducirán a vuestros amigos se encuentra en la cuarta planta. El edificio es reconocible, destaca por encima de los demás.

Los recién llegados le escuchaban sin prestar atención. Aquel lugar era oscuro y lleno de muerte, con un olor impregnado a podredumbre y vísceras que era nauseabundo.

—Sólo hay dos opciones para subir —explicó—. Os recomiendo la escalinata, aunque tendréis que aprender a pasar inadvertidos. —Miró a la rosada—. Los que aquí habitan detectan la bondad con una mirada. Has de tener mucho cuidado.

—No te preocupes por eso, algo se me ocurrirá. —En el fondo Pucchiemon estaba atemorizada. Temía no estar a la altura de las expectativas y arrastrar consigo a la araña, como si una parte de sí permaneciera preocupada ante la posibilidad de que Ájax sucumbiera de nuevo a su lado oscuro y le perdieran de igual manera...

Digimon: Rise Of DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora