Capítulo 51

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El cuerpo inconsciente de Ájax permanecía varado en una roca, golpeado levemente por el oleaje desatado. Apenas habían pasado unos minutos de tiempo real cuando, lentamente, fue recuperando el conocimiento: primero hizo el esfuerzo de ponerse de pie, pese al dolor que sentía en la herida abierta de su pecho, para después buscar con la mirada a Althea... Al igual que él, pero de otra forma, ella flotaba en el agua inerte.

Aquella experiencia extrasensorial, entre la vida y la muerte, aún era difusa en su mente. ¿Había ocurrido en realidad? ¿O había sido fruto de su subconsciente? Fuera como fuese su determinación era más sólida que nunca: expulsaría cualquier atisbo de oscuridad del Último Mundo.

Tan rápido como logró recomponerse, TherionAnansemon no tardó en buscar a su compañero. Los tiburones ya rondaban las calles inundadas olfateando el rastro de sangre. Al encontrarle le subió en su lomo y, como si hubiera leído su mente, amarró también a la pelirroja... Como se temía, había muerto.

—Shademon. —El domador se aferró a ella entre lágrimas—. Estoy seguro de que ese digimon la poseyó.

—Ájax... —La voz cauta del arácnido le precavió ante lo que estaba por decir—. Toda oscuridad fue reclamada por la fortaleza...

Hasta ese momento Ájax no se había percatado: el cielo había recobrado levemente su tono azulado y la flora atípica se había marchitado; tampoco quedaba rastro de las mutaciones, ni siquiera de sus cadáveres. Todo se había esfumado, incluyendo a Shademon.

En la seguridad de un rocoso tejado, los compañeros se detuvieron para examinar sus magulladuras y rieron al comprobar que ambos estaban para el arrastre.

—¿Le has dado una buena paliza?

—Obviamente. —Sonrió la tarántula y le guiñó un ojo—. No he parado hasta desplumar a ese pollo.

—Tres Jinetes del Apocalipsis menos, queda uno —festejó.

Ambos intercambiaron una mirada cómplice al empezar a comprender que, muy posiblemente, ninguno alcanzaría a ver un nuevo amanecer.

—No la conocía tanto como tú, pero su muerte es una tragedia. —TherionAnansemon rodeó al domador con sus enormes brazos—. Se merecía un final diferente.

—No supe verlo... —La expresión de Ájax se suavizó al pensarlo—. No. Ninguno podría haberse dado cuenta de lo que estaba pasando... Lo que no lo hace más fácil de digerir.

El arácnido le apretó con fuerza contra su pecho. Entonces un gran estruendo les devolvió a la realidad: la puerta principal de la fortaleza acababa de ser derribada por una extraña y oscura figura capaz de caminar por el agua... A su espalda, un exhausto pero igual de aterrador Dagomon avanzaba a paso lento.

 A su espalda, un exhausto pero igual de aterrador Dagomon avanzaba a paso lento

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Nivel: Variable

Atributo: Virus

De nombre Messiahmon, se trataba del primer híbrido puro entre la especie humana y los Profundos. Habiendo asimilado los datos oscuros durante su gestación, su infantil figura conservaba la mayoría de rasgos humanos salvo la boca, unos pies palmípedos y los tentáculos en lugar de manos.

Digimon: Rise Of DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora