Priscila.
—Mamá perdóname —susurro ante su mirada que denota lo decepcionada que está de mi, de mi comportamiento inapropiado, mi rostro arde de vergüenza—. Perdóname, no volveré a comportarme así jamás, pero por favor no me obligues a hacerlo.
—Esto no es más que el resultado de tu concupiscencia —dice con desdén—. ¿Qué hice mal para que te comportaras así Priscila? ¿En que fallé para que me avergonzaras de esta manera?
Lloro con más fuerza, ni siquiera soy capaz de sostenerle la mirada, tiene razón al sentirse así, yo misma me siento así, avergonzada de mi actitud y de mis malos pensamientos que me llevaron a la situación en la que estoy.
Pero la penitencia que tengo que pagar es un precio muy alto, mamá no puede pretender que una mi vida al hombre que me hizo esto, que me drogó y que se aprovechó de mí.
Que me violó.
Duele tan solo decirlo en mi mente. Desde que lo conocí supe que debía alejarme de Maurice, mamá me lo dijo, el Padre me lo dijo, pero no hice caso, no creí que fuera tan malo como para hacerme esto. No creí que fuera un monstruo capaz de abusar de una mujer indefensa.
Es un demonio.
—Mamá —suplico entre lágrimas—, por favor no me obligues, ese hombre es malo.
—Yo te lo dije, te dije que no quería que te mezclaras en ese mundo de perdición peor que Sodoma. —Ella también llora pero de rabia, no de dolor como yo—. Pero no hiciste caso y me has deshonrado, a mi, a tu padre, al Señor, debías consagrar tu vida a su servicio y lo has manchado todo con tu inmoralidad.
—No fue mi culpa mamá —lloro intentando levantarme de la cama y alcanzarla, pero ella se aparta de mi lado y no permite que la toque—, yo solo quería saber cómo se sentía bailar como los demás, tú nunca me has dejado hacer lo que hacen mis amigos, nunca he tenido una vida normal.
—¿Y para esto querías hacer lo que hacen tus amigos? ¿Para terminar revolcándote como una hetaira con un ser repulsivo? ¿Esto es lo normal para ti?
—No lo hice por decisión propia, no sabía lo que hacía, ni siquiera me acuerdo de lo que sucedió. —Trato de defenderme, pero lo cierto es que si tengo la culpa, por haber desobedecido, por haber salido de la iglesia cuando debía quedarme dentro.
Tengo recuerdos vagos de lo que pasó, Angie y yo bailábamos, recuerdo el rostro de Mat cerca del mío y de pronto el de Maurice, todo es tan borroso, como una película vieja desenfocada que salta de escena en escena sin entender que sucede, sin escuchar los diálogos, sólo el estrepitoso sonido de música distorsionada.
Recuerdo a Maurice cargándome y luego sobre mí, besándome, cuando esa imagen viene a mi mente mi cuerpo se tensa, mi vientre duele y otras zonas más íntimas laten y arden al mismo tiempo.
Pero fuera de eso no recuerdo más, de no ser por el dolor persistente entre mis piernas no creería lo que me ha dicho el médico y mi madre, que él abusó de mí.
—Yo solo te cuidaba Priscila, te mantenía alejada del mal camino. —limpia sus mejillas húmedas con rabia y luego se acerca un paso a la camilla—. No sé en qué momento fallé, en que momento te saliste del sendero de Dios nuestro Señor, pero ahora debes afrontar las consecuencias de tus actos.
»Te casarás con ese hombre porque no soportaré una vergüenza más, seremos señaladas en la calle y a dónde sea que vayamos por tu libertinaje, el mismo Dios te marcará como una adúltera impidiendo nuestra entrada a su reino celestial.
—No mamá por favor, llévame al convento, enciérrame con las monjas pero no me hagas casarme con él —imploro, el sólo hecho de pensar en tener que vivir el resto de mi vida al lado del hombre que me violó me angustia, me asusta—. Suficiente castigo he tenido con lo que me hizo.
![](https://img.wattpad.com/cover/286652475-288-k356075.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Boda de Odio
عاطفيةBilogía Tentación #1 Bien dicen que del odio al amor solo hay un paso, pero del amor al odio también. Él juró odiarla hasta la muerte, ella prometió que nada los separaría. Un matrimonio obligado en el cual la inocencia y la religión juegan un papel...