Luego del ataque de a la escuela Mersh, la seguridad había aumentado en todas partes. En la semana descanso que había pasado en la facción, había observado como el consejo aumentaba la cantidad de guardias, de entrenamientos para los soldados y de horas extras a los centinelas. Y eso me permitió ver que el problema era peor de lo que me imaginaba, peor de lo que habían comentado en las noticias. Por lo visto, ese grupo rebelde era más grande y poderoso de lo que admitían porque, luego de todos los ataques que había enumerado la reportera, ataques que se venían dando a lo largo del mundo, quedaba en evidencia que esa rebelión se llevaba gestando mucho tiempo, demasiado.
Por esa razón tampoco me sorprendía ver que el internado estaba rodeado de guardias de la facción oscura. Desde el inicio había sabido que la escuela pertenecía a esa facción, tenía sus marcas por todas partes. Era obvio que los guardias estaban allí para evitar un ataque. Los de la facción intentaban evitar que sucediera un atentado como el de Mersh, atentado que había ocurrido a tan solo unos cuantos kilómetros de la escuela.
Suspiré y me bajé del auto. Intenté ingresar, pero uno de los guardias de la puerta se interpuso en mi camino.
—Nombre —pidió.
—Alex, déjala pasar, es la hija de Samuel —destacó otro de los hombres uniformados, el que tenía el traje de capitán. Se acercó a nosotros y me sonrió, era el padre de Logan—. Mi hijo me comentó que la semana pasada fue tu cumpleaños, felicidades, tanto por tu cumple como por la victoria de las nacionales.
—Gracias.
El hombre se hizo a un lado y me permitió pasar. Una vez que estuve dentro, me encaminé a mi cuarto. Ralenticé mis pasos cuando vi que Silas me esperaba en la puerta. Se había enojado conmigo hacía dos días porque se había enterado de que había sido mi cumpleaños y yo no se lo había mencionado.
—Hola —lo saludé cuando llegué a su lado. Abrí la puerta y entré a mi cuarto, él me siguió—. No creí que fuera a encontrarte aquí —comentó y cerré la puerta.
No llegué a terminar de girarme cuando sus labios se estrellaron con los míos. Tardé unos segundos en reaccionar y regresarle el beso. Pero este no duró mucho, Silas se alejó y sacó del bolsillo de su chaqueta del equipo un pequeño sobre.
—No soy rico, así que no puedo darte un regalo muy caro, pero creo que esto te podría gustar —mencionó y me tendió el paquete.
Lo abrí con cuidado. Era un collar de ónix pequeño y circular.
—Leí en alguna parte que el ónix representaba la habilidad de controlar la oscuridad y como es tu habilidad favorita, creí que podría gustarte —explicó al ver que no decía nada.
Sonreí y lo regresé al paquete.
—Me gusta —admití y dejé el sobre encima del escritorio—. Pero no voy a poder usarlo hasta después de las internacionales, los collares no están permitidos ni siquiera en los entrenamientos —le recordé y sus mejillas enrojecieron un poco.
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La sombra oculta (completa)
FantasiUn ser la acompaña desde pequeña. Un ser que se hace llamar su asociado. Un ser que parece conocer todos los secretos del universo: la sombra. *** Maia no tiene recuerdos de su verdadera familia. Según ella, nació y se crio en la calle, oculta entre...