Princesa, ven conmigo hasta el infinito y más allá [En edición]

Capitulo 29. -Te quiero, ¿lo sabías?

[Hola! Me paso por aqui un minuto. He de avisaros que he empezado a subir una novela adaptada que se llama "Perder mi virginidad" es cortita y espero que os paséis a leerla y me digáis si os gusta. Os dejo con el capítulo. ¡Besitos!]

Capitulo 29

*Lucas

El sol se ha ido y ya hemos salido de la piscina. Hemos estado todo el día allí metidos. Kiara estaba rara...pero después de un rato ha venido y se le ha pasado todo, aunque no estoy del todo seguro. Tengo unas ganas increíbles de besarla... y como no me aleje de ella no creo que aguante mucho mas sin tocarla.

Las chicas han ido a preparar pizzas, ya que casi es la hora de cenar, y nosotros, de mientras, nos hemos quedado buscando una película y bebiendo. Creo que lo de traer bebida a esta casa no ha sido una muy buena idea, porque ya llevamos unos cuantos experimentos con vodka y refrescos que nos están haciendo reír demasiado, no sé donde acabará esto.

Elegimos una película de risa, ya que las chicas no querían de miedo, y hoy no era un día para pasar miedo, era más bien un día para pasarlo bien y no dormir, a si que nos sentamos todos alrededor de la gran alfombra de piel del comedor y empezamos a comer mientras vimos la pelicula. El tiempo se nos pasó volando, creo que no nos dio ni tiempo a acabar la película, pusimos música y empecemos a contarnos historias y anécdotas.

Zac se levantó y empezó a bailar y a hacer el tonto, acompañado de Emma y Key, después empezaron todos los demás y así acabaron bailando. Busqué con la mirada a Kiara, pero no la vi por ningún sitio. Antes de que me vieran, -aunque creo que no les hubiese importado mucho a todos por que iban mas bebidos de la cuenta- subí las escaleras, mirando por cada habitación, pero nada. Ni rastro de mi enana. Me preocupé. Esta tarde estaba separada del grupo, estaba rara.

Bajé abajo, a la piscina, y la vi. Estaba con las piernas cruzadas encima de la misma hamaca que esta tarde. Mirando a un punto fijo. Me acerqué sin hacer ruido, por detrás. Y lentamente coloqué mis dos manos en sus ojos. Sonreí cuando hizo el amago de dar un pequeño grito. Ahuecó sus dos manos en las mías y sonrió, lo noté. Podría notar su sonrisa hasta cuando estuviese a cien mil quilómetros de distancia. Después soltó una pequeña risa.

-¿Lucas?

Aparté mis dos manos de sus ojos y me coloqué enfrente suyo. En la misma posición. Le sonreí y me devolvió la sonrisa, esta vez más triste. ¿Qué le pasaba? Odiaba verla así, ella si sonreía, siempre lo hacía de verdad. Y ahora mismo, no lo estaba haciendo.

-¿Qué ha pasado?

Coloqué un mechón de su pelo que caía por su frente y tracé su mandíbula con mi dedo. Me giré levemente hacia la derecha, observando el vacío jardín. Volví a mirarla y la acerqué mas a mí, dejando un beso en sus labios.

-Odio esto...odio no poder besarte en frente de todos, ¿lo sabes, no? -dije sin esperar respuesta-

Sonreí de lado, una sonrisa de tristeza, por más que quería que se dibujara una sonrisa en sus labios era difícil hacerlo si nuestra relación siempre estaba a escondidas. Ella elevó su cabeza y me miró impasible, con sus ojos azules perforándome. Después suspiró.

-No sabes lo que me cuesta apartar la vista de ti cinco minutos pequeña.