Capitulo 21. - Yo no soy cursi.

27.1K 1.2K 13
                                    

Capitulo 21.

 

 

Vale, Lucas, concéntrate. ¿Habíais terminado?

Y ahora vuelve mi pregunta de antes, ¿Pero es que soy imbécil?

Lucas, eres un puto imbécil.

I cosas como esas y miles más rondaban mi mente en esos momentos mientras mis manos me ardían y no podía contener mas mis gritos de rabia. 

Me apoyo contra la pared y lentamente voy bajando hasta tocar el suelo. Refriego mis dos manos por mi cara y suspiro pesadamente mientras dejo que toda la rabia salga de mi cuerpo. Cuando me enfado no soy consciente de lo que hago y ahora mismo…no sé lo que acabo de hacer.

Me quedo ahí varios minutos, hasta que considero que ya estoy totalmente bien. Me levanto y entro al lavabo, encendiendo el grifo y dejando que el agua limpie la sangre de mis nudillos. Me lavo la cara un par de veces y me la seco. Después me dirijo hasta la ventana y miro a través de ella. Reconozco rápidamente a Kiara con su bañador azul cielo, con su cuerpo de infarto y…soy un imbécil. ¿Cuántas veces lo tenía que repetir más?

Sus caderas se mueven mientras camina por todo el jardín, extendiendo una toalla a un lado de donde esta Zac estirado. Frunzo el ceño. Tiro de los extremos de mi pelo, soltando un fuerte suspiro. Ese chico no me ha gustado nunca. Vuelvo a mirar abajo mientras Kiara se junta mas contra él. 

La rabia vuelve a mí y respirando fuertemente le doy una patada al mueble de al lado, soltando un fuerte gemido. Camino con paso rápido bajando las escaleras de dos en dos. Me paro frente la puerta de la entrada y suspiro tres veces, relajándome. Justo cuando voy a abrir la puerta entra Keira con las bebidas en la mano. Ella es la chica que nos presentó a todos ese día en el parque. Bajita, morena y preciosa. Des de que la conocí prácticamente no le había dirigido la palabra, solo para un par de cosas y nada más.  Sus grandes ojos verdes se posan en mí y me sonríe.

-Hola -dice tímidamente-

-Hola -le devuelvo la sonrisa-

-¿Estas mejor?

-¿Eh? -levanto una ceja y la miro-

-Que si te encuentras mejor del dolor de espalda

-Ah…si, supongo que si…-digo sin entender mucho la frase, pero no le doy importancia-

-¿Seguro? -junta sus cejas y me mira. Yo levanto la mirada rápidamente y sonrío débilmente-

-Sí, no es nada

-Bueno, si quieres algo estoy aquí

-Gracias -se muerde el labio inferior y sonríe, yo dirijo mi mirada a sus labios. La aparto rápidamente. Esto es incómodo. Ella suspira mirando hacia otro lado- bueno…yo

-Yo iba a coger unos helados…¿me puedes ayudar?

-Sí, claro

*Asiente y empieza a caminar hasta la despensa. Yo la sigo sin saber qué hacer. Abre la puerta lentamente mientras  un ruido molesto se cuela por mis oídos.

Princesa, ven conmigo hasta el infinito y más allá [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora