Capitulo 19. - Buenas noches enana.

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Capitulo 19.

Pasada la hora y media aproximadamente de la película, todos los chicos salieron del cine. Unos aún con el miedo en el cuerpo y otros, en este caso, como Kiara y Lucas, exhibiendo su felicidad, la que había sido provocada por las múltiples caricias y muestras de afecto que se habían proporcionado disimuladamente. Después de planear lo próximo que iban a hacer, se decidieron por ir a comer unas hamburguesas y a jugar un poco a la bolera. La tarde continuó entre risas y Kiara aprovechó para contarles el plan que había pensado mientras esperaba en la parada de autobús. ''Fiesta en mi piscina''. Ante esta idea todos estuvieron de acuerdo, hasta Lucas. Finalmente todos se despidieron y Lucas y Kiara se montaron en la moto, para llegar por fin a casa después de este largo día.

Entraron con total normalidad por la puerta, saludando a sus padres animadamente. Estos, se extrañaron por su animada entrada, pero solo sonrieron, ''por fin se llevan bien'' pensaron. Después de saludarles corrieron escaleras arriba y Kiara hizo un intento de meterse en su habitación, pero Lucas le cogió rápidamente la muñeca sin dejarla avanzar más y se la llevó a su habitación. La mas apartada de la casa. No le dejó ni dejar su bolso en el escritorio, rápidamente, después de cerrar la puerta con seguro se abalanzó contra ella y le empezó a besar, como nunca antes lo había hecho, dejando caer el bolso de la chica al suelo y tirando unas cuantas cosas que estorbaban por su camino, dejando a Kiara extremadamente sorprendida, que lo único que logró hacer fue sonreír sobre sus labios, y eso a Lucas le puso a mil por hora. Cuando por fin logró seguir el ritmo del chico, colocó sus manos en la nuca de este, y peinó con suavidad su pelo, haciendo que un escalofrío en el cuerpo de Lucas apareciera.

El castaño comenzó a acariciar lentamente la espalda de la chica, bajando más y más hasta que encontró los bolsillos traseros de su short, y seguidamente metió las manos pegándose más a su cuerpo. La empujó lentamente hacia la pared, dejándole solo medio segundo para respirar, y la subió rápidamente a su cadera, ella, le rodeó con sus piernas y se separó con la respiración agitada.

-Tranquilo fiera

Pronunció con una enorme sonrisa en la cara, él sonrió mas y le robó un pequeño beso, después otro y después otro más hasta que volvió a atrapar su lengua y la llevó enganchada hasta la cama. Aún envuelto entre las largas piernas de la chica, se dirigió a su cuello empezando a dejar besos y caricias. Ella, nada mas notar su lengua por su suave piel empezó a reír haciendo que Lucas también riera y finalmente se hundió en el hombro de ella, mientras sus carcajadas se hacían más pausadas y comenzaba otra vez a besarle el cuello. Ella le abrazó fuertemente por el cuello.

-Te quiero muchísimo Lucas

No pronunció ninguna palabra mas, le cogió la cara con las dos manos y la besó. Se dejó caer lentamente hacia un lado de la cama y se apoyó contra su codo, admirando la belleza de la rubia que también le miraba embobada.

-Tengo que ir a mi habitación y llamar a mi madre, ¿vale? -le dijo dulcemente-

-No, quédate un ratito mas anda…-se inclinó mas y se hundió en la rubia cabellera de la chica, dejó un pequeño mordisco-

-no te pases -rió-

-Uno…

Princesa, ven conmigo hasta el infinito y más allá [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora