Capitulo 3. -Sabías que tu eres rubia, ¿no?

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CapítulCapítulo 3.

Nuevo día.

Seguía enfadada con mi padre, pero sinceramente ya pasaba de todo, porque no valía la pena. Me levanté de la cama y me di una ducha rápida. Me puse unos shorts y una camiseta básica.  No tenía ganas de desayunar por lo que me preparé y salí de la habitación. Pasé por la cocina para ver si estaba mi padre pero había una nota en la nevera.

"Kiara, Lucas, os hemos dejado la comida en el microondas, nos hemos tenido que ir a firmar unos papeles a otra ciudad y vendremos al anochecer, cuidar la casa y no la lieis. Un beso. Os queremos"

Genial, ahora como le decía yo a mí 'hermanito' que me iba...

Cogí otro papel y escribí otra nota. Cuando acabé, cogí las llaves, me acomodé el pelo en el espejo de la entrada y salí fuera.

Visité varios lugares donde había querido ir des de que vine aquí. Tenía que conocer esto y además, era uno de los lugares más exclusivos. Miami Beach no se ve todos los días y aparte, tenía que comprarme ropa. 

Me daba igual perderme por donde fuera, me gustaba eso de visitar sitios de los que no tenía ni puta idea que existían.

Paré a tomar un café en Starbucks cuando mi recorrido de tiendas había acabado y al cabo de un rato cogí el autobús para volver a casa.

*Lucas;

Me levanté, aún dormido y me metí debajo de la ducha. Era lo mejor para despejarse. Al cabo de veinte minutos salí y me enredé una toalla a la cintura. Me sacudí el pelo dejando que las pequeñas gotas cayeran al suelo y después salí con intención de desayunar.

Bajé a la cocina y fui a abrir la nevera, había dos notas. Leí una, de mama y Robert. Bah, tonterías. Después cogí la otra. 

"Lucas, soy Kiara, me voy por ahí, papa y Sonia se han ido, no sé cuándo volveré…Que te cunda".

Bonita letra. Que genio.

Volví a abrir la nevera y cogí el zumo de naranja que había en un estante. Bebí de la botella hasta dejarla medio vacía y después cogí un trozo de pizza que sobró de ayer por la noche. Nada mejor que pizza de la noche anterior para desayunar. Se escuchó el ruido de la puerta, por lo que me asomé desde la puerta de la cocina a ver quién era.

-Vaya, si tenemos aquí a la fugitiva...-dije desde la cocina riendo-

-Buenos días...-suspiró Kiara cansada- ¿siempre es todo tan agotador aquí? –Dijo, recogiendo su pelo en una coleta-

-No lo sé, solo vengo en verano. –Me elevé de hombros-

-Ah, no lo sabía...-Respondió desde el comedor-

-Hay muchas cosas que no sabes de mi...-Murmuré, volviendo a coger otro trozo de pizza-

-Por cierto, papá y Sonia...-entró en la cocina, y se quedó parada. Vi cómo me repasó de arriba a abajo con la mirada, y lo único que conseguí hacer fue hacer más grande mi sonrisa ladina. Sus mejillas empezaron a tomar color, por lo que desvió la mirada hasta mis ojos-

Princesa, ven conmigo hasta el infinito y más allá [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora