Capitulo 24.
*Kiara
Comemos tranquilamente, riéndonos y haciendo bromas. Una suave música se escucha de fondo. Tengo unas ganas inmensas de besarle. Cada vez que sonríe es…algo mágico. Creo que no puedo explicarlo. Podría decir que tiene un color de mejillas mas…¿bonito? sí, claro, se sonroja continuamente. ¿Dónde está Lucas? ¿He conseguido sacar su lado adorable? no lo sé, pero me encanta. Una pregunta lleva rondando por mi cabeza des de que hemos entrado, y la suelto.
-¿Esto es tuyo? -señalo la pequeña casa-
-Si…bueno, -medita y se frota la barbilla- el año pasado mi madre me obligó a venir aquí, yo no quería, tenía allí a todos mis amigos y a mi novia a sí que me enfadé muchísimo con ellos. Sabía que era su boda y que estaba siendo muy borde pero…ya sabes cómo soy. -Suspira- Me negué a ir a su boda y lié una muy grande…estuve hasta el día antes de la boda sin hablarles, hasta que el día antes vino tu padre a hablar conmigo…y me prometió que si conseguía quedarme aquí todo el verano sin armar escándalo me compensaría con algo grande.
-¿Mi padre te chantajeó, no?
-Si…es bueno haciendo eso..
-Lo sé… -rio levemente mientras vuelvo a coger el tenedor y hago un gesto para que siga-
-Entonces se me ocurrió que si pasaba tiempo fuera de casa no habrían tantos problemas…y le dije a tu padre que quería una cabaña…y me construyó esto. -eleva los hombros- Me encantó, la verdad, por eso ahora me encanta Miami. Me advirtió como durante una semana entera de que no armara líos, que esto solo sería para ir con mis amigos y pasar algunas noches, es por eso que él tiene la llave y solo me la da a veces…aún estoy a prueba.
Asiento recopilando toda la información. ¡Esto es un lujo! I ha conseguido mantener esto en pie y limpio. No me lo imagino barriendo y haciendo la cama. Sonrío interiormente. Le vuelvo a mirar, está comiendo sus espaguetis como un salvaje. Sonrío y levanta la cabeza para mirarme. Tiene el labio manchado de salsa. Mi sonrisa se ensancha y se me ocurre una idea. Dejo mis cubiertos en la mesa y me levanto, mientras sus ojos se fijan en mi. Le sonrío pícaramente y le quito el tenedor que sostiene en su mano.
¿Dónde está la dulce Kiara? Creo que esta noche se ha escondido debajo de la cama y no quiere salir.
Me mira expectante, con esos ojos que me vuelven loca. Cojo sus manos, que se encuentran en su regazo, y las entrelazo con las mías. Me responde rápidamente, agarrándomelas fuerte. Sonrío de lado y paso una pierna por el lado derecho de su cuerpo, después coloco la otra y me siento en su regazo. Expuesto para mí. Todo para mí. Me mira con una ceja levantada, mientras aún nuestras manos se encuentran entrelazadas a cada lado. Se ve confundido, expectante, y yo le vuelvo a sonreír. Le agarro mas fuerte sus manos, para que no pueda soltarme. Le voy a hacer sufrir un rato. Estoy más alta que él, por lo que me encuentro a dos centímetros de sus ojos y de su…boca. Trago fuertemente. Es irresistible.
-¿Qué me vas a hacer, nena?
-Te has manchado aquí -digo señalando su labio con una sonrisa- ¿podría hacer algo para ayudarte? -Sonríe con una sonrisa de oreja a oreja y deja caer su cabeza hacia atrás. Su cuello largo. Oh dios. Mantiene su sonrisa y se muerde el labio. ¡No hagas eso!. Niega con la cabeza y abre su boca para hablar.
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Princesa, ven conmigo hasta el infinito y más allá [En edición]
Teen FictionKiara, una adolescente con las ideas claras de que nunca se va a enamorar llega a la casa de verano de su padre junto con su nueva madrastra. Durante este verano, Lucas, un chico un año mayor que Kiara, intentará hacerle sentir esas mariposas en el...