Capitulo 11-
*Kiara.-
Me tiene harta, es que me tiene hartísima. Le odio. Le odio muchísimo. En este momento tengo ganas de chillar, de desahogarme. De irme de aquí. De beber, de desfasarme. De olvidar todo. Todo y a todos. De irme a un lugar donde nadie sepa donde estoy. De desaparecer. Pero por desgracia tengo que seguir aguantando esto. Ojalá que este verano se pase rápido, por favor, solo pido que se pase rápido.
Salí corriendo de allí, casi me resbalo cuando iba por el parquet. Me metí corriendo en mi habitación y me quité toda la ropa antes de poner todo lleno de agua. Suspiré. Me tumbé en la cama y me quedé pensando, así se me pasaron dos horas, sin hacer nada, pensando. Miré el reloj. Las 20:30h. Que tarde. Habíamos quedado a las 23:00h. Bajé abajo a por algo de comer, cogí un trozo de pan y un poco de pavo y me lo llevé a la habitación. Comí tranquilamente mientras veía la tele. No había nadie en casa, o por lo menos no se escuchaba nada de ruido, mejor, más tranquilidad y menos imbéciles. Ya era hora de arreglarme. Me levanté y me metí dentro del lavabo y me di una ducha. Pude estar ahí dentro como una hora y media, que me daba igual. Me metería ahí y no saldría nunca más. Pero si no salía me quedaría hecha una pasa y llegaría tarde. Me puse una toalla en el cuerpo y otra en la cabeza. Salí y cogí la ropa interior y me la puse. Después me quite la toalla de la cabeza y me cepillé el pelo, dejándolo suelto. Me eché un par de cremas por el cuerpo y fui a coger el vestido. Me lo puse y me miré al espejo. Me quedaba perfecto, ni muy grande ni muy pequeño. Ese vestido me encantaba, llevaba pequeños brillantes preciosos en la parte de la cadera y me resaltaba las curvas. A demás, me lo había regalado mi madre. Me puse los tacones y fui al lavabo. Me sequé el pelo y me hice pequeños tirabuzones en el flequillo. Me lo planché un poco. Me puse un poco de maquillaje, me pinté la raya y me puse rímel. Opté por un pintalabios rojo pasión y después me puse un poco de gloss. Ya estaba lista. Cogí el pequeño bote de colonia y me puse un poco en el cuello y en las muñecas, después eché al aire y di una vuelta, para que la colonia se me esparciese por todo el cuerpo. Ahora sí que estaba lista.
-¿Ya estás lista?
Me giré y lo vi a él, otra vez. Lucas. No le había quedado claro que no quería saber nada mas de él. Lo miré, iba vestido con una camiseta blanca y unas bermudas rojas. Tenía que decirlo, iba guapísimo. Me giré, no le conteste. Se me cayó el bolso y me agaché cogerlo. Silbó.
-Joder, no puedes ir así por la vida…
-¿Te gusta lo que ves? -me levanté. ¿Quería guerra? la iba a tener.-
-Me encanta lo que veo -se acercó a mi-
-Pues quédate con las ganas, que no lo vas a probar nunca
*Pasé por delante suyo y le rocé con el brazo. Salí de la habitación. Rió y negó con la cabeza. Fui a ver a Derek, supongo que ya habría venido. Piqué dos veces a la puerta de su habitación y escuché un "pasa". Pasé, el también iba guapísimo. Llevaba unos pitillos negros con un camiseta azul. Le quedaba perfecto. Encima llevaba el pelo para atrás, y joder, que perfección.
-Derek! -le abracé y le di un beso en la mejilla- uo, que sexy te has puesto
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Princesa, ven conmigo hasta el infinito y más allá [En edición]
Teen FictionKiara, una adolescente con las ideas claras de que nunca se va a enamorar llega a la casa de verano de su padre junto con su nueva madrastra. Durante este verano, Lucas, un chico un año mayor que Kiara, intentará hacerle sentir esas mariposas en el...