02. Maestro de muñecas

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Hola, no sabes quién soy, pero se quién eres. Soy el monstruo debajo de tu cama y el hombre del saco en tu armario.
Soy el desconocido.
No me ves a menos que me busques, e incluso cuando lo haces, ¿tienes la seguridad de que has buscado lo suficiente? ¿Buscaste lo suficientemente a fondo?

Aquí hay algo que debes saber sobre mí: me gustan las muñecas. O mejor dicho, un muñeco en particular.
Mi padre no me dejaba jugar con muñecas. Dijo que no le gustaban y que no eran para mí. Entonces escondí mi muñeca y le demostré que estaba equivocado. Ahora, estoy demostrando que todos están equivocados.
Incluyéndote.

Esta es la historia de mi nuevo muñeco favorito después de perder la más preciada.
No creí en el amor a primera vista hasta que lo vi. Y me refiero a todo él. La piel de porcelana, los ojos miel, el cabello rizado y el overol con mariposas.
Es como si estuviera hecho para mí.
Lo era.
Mi propio muñeco.
Mi muñeco especial.

Estaba destrozado la primera vez que lo vi. Estaba a punto de tomar una decisión de la que me arrepentiría por el resto de mi vida, pero él apareció. Él estaba allí, hermoso y llorando, y sabía que tenía que quedarme con él.
Ya tenía una muñeca antes, así que no le había prestado atención. Ahora que mi muñeca se ha ido, finalmente lo veo.
Llorando, hablando. Mi muñeca anterior no hacia eso. Realmente no.

Su cabello castaño camufla su rostro y lo esconde del mundo, pero eventualmente, será completamente visible para mí.

Hay un arte en ser un maestro de muñecas. Puedes ver y notar cosas que nadie más ve o nota. Ni siquiera las propias muñecas.
Obras maestras en ciernes.
Puedo reconocer una obra maestra incluso antes de que esté completamente formada. Por eso soy el mejor maestro de muñecas que puedas encontrar. Es decir, si puedes encontrarme. No puedes.
Y él tampoco.

He dominado el arte del engaño, de esconderme, de ser invisible. A veces, ni siquiera yo me veo a mí mismo. Incluso yo encuentro problemas para reconocer lo que he hecho. Lo que puedo hacer. Mi límite he sido yo mismo, pero hoy, he soltado el último grillete. Ahora, tengo un muñeco nuevo.
Mi preciada posesión.

Joaquín. Mi hermoso muñequito. Bienvenido a mi mundo. Lo encontrarás divertido. Con el tiempo. Oh, y no me busques. No me encontrarás hasta que lo permita. Y cuando finalmente aparezca frente a ti, todo lo que podrás hacer es romperte en jodidos pedazos. Sonrío ante el pensamiento.
Es hora de comenzar mi tarea.

Corre, muñeco. Escóndete. Y nunca, nunca mires debajo de tu cama.

CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora