CRUEL

11. JOAQUÍN

Emilio: 19
Joaquín: 16

Elegir el momento oportuno es importante. Papá dice que elegir el momento oportuno es lo más importante del mundo. No se puede comenzar algo demasiado temprano o demasiado tarde. Una fracción de segundo puede marcar la diferencia no solo para decidir eventos cruciales, sino también para definir la vida de una persona.

Aprendí la importancia de elegir los momentos oportunos tanto de papá como de mamá. Considerando sus carreras políticas, la sincronización juega un gran papel en sus vidas. Nunca superan el tiempo que se les da para hablar en el parlamento. Simplemente dicen información precisa que no solo transmite su punto, sino que también hace que sus oponentes se detengan y piensen en una posible respuesta.

Sin embargo, últimamente, he tenido la molesta sensación de que me perdí el momento para algo. Qué, no lo sé.
No podía ser una práctica de piano o mis fines de semana con mamá o incluso las reuniones informativas en casa de papá.
Últimamente, es como si tuviéramos el parlamento en casa. Todos están allí, encabezados por Frederic, y es casi como elecciones anticipadas. Si bien me encanta hablar con los amigos de papá y quedar atrapado en debates, no me gusta la sensación de vacío cuanto más se aleja de mí.

A mamá le ha ido bien, incluso después de que papá comenzó a salir con Helen. En realidad, está tan bien que está empezando a dar señales de alerta. Ahora sale a citas para buscar un hombre potencial al que pisotear, sus palabras, no las mías.
¿Es mamá? ¿Es por eso que siento que no es el momento adecuado? Le envío un mensaje de texto para decirle que la amo y la extraño.
Si no estuviéramos en medio de la cena, habría llamado, pero a papá no le gusta cuando hablo con o sobre mamá frente a Helen. No es que le importe, me lo dijo ella misma. Dijo que mamá es parte de lo que soy y que nadie puede alejarla de mí. Abracé a Helen hasta la muerte por decir esas palabras.
Papá es maravilloso, pero no comprende mi constante preocupación por mamá. Dice que ella es la adulta y que debería preocuparse por mí, no al revés.
Pero papá no sabe sobre el estado mental de mamá. Todo lo que hacen es pelear. Incluso después de nueve años de divorcio.

Los cuatro nos sentamos alrededor de la mesa más pequeña de la cocina. A Helen no le gusta el comedor más grande cuando solo somos nosotros. Ella dijo que se siente impersonal y solo, mientras que este es más acogedor y da un ambiente familiar. Considero que todos aquí son mi familia, excepto el que está sentado frente a mí.

Emilio come el bistec y felicita la comida de su madre y a papá por elegir el Korean beef. Luego entablan una conversación sobre los intercambios económicos con Corea del Sur y los beneficios de los mismos.
Ese es Emilio el perfecto. Primero, él sabe todo sobre todo. Incluso arroja números y estadísticas. Los amigos de papá lo aman porque está de acuerdo con ellos. No de una manera que parezca un seguidor, sino más bien como alguien que hizo su tarea, rechazó a todos los demás y se decidió por ellos. Hace que parezca que le gustan, no porque tenga que hacerlo, sino porque quiere.
Mentiroso.
Es el mentiroso más grande del mundo. Ya no sale nada de su boca que yo crea como la verdad.

Emilio ha dominado tan bien el arte de la mentira que incluso puede convencerte de que la verdad también puede ser una mentira. Le gustan demasiado los juegos mentales y ver a la gente tropezarse consigo misma. Ver a alguien nervioso porque no vio una pregunta o una situación en su camino es su pasatiempo favorito.

Cumplió diecinueve hace un par de semanas, pero es casi como si tuviera treinta. Por supuesto, todos aprendimos a madurar desde una edad temprana; no podíamos sonreír mal frente a la gente o hablar mal o incluso respirar mal, pero él lo lleva a un nivel completamente diferente.
Emilio es perfecto por fuera, pero podrido por dentro.

Desde que vi esa foto de la chica atada, me di cuenta de lo profundo que realmente va todo esto, lo lejos y lo rápido que puede llegar. Que puede ser mucho peor de lo que sé.
Y odio que mi primera reacción a esa imagen haya sido intriga.
¿Por qué diablos iba a estar intrigado por esa depravación? Emilio y sus costumbres enfermizas pueden irse al infierno. Soy el hijo de Sebastian Bondoni y de Cynthia Gress. Soy el adolescente más educado que jamás hayas encontrado, y mi opinión sobre Emilio es definitivamente un no.
Ahora, si dejo de mirarlo, sería bueno.
Me sorprende mirando al otro lado de la mesa y sonríe como un maldito sádico.