CRUEL

18. EMILIO

Pasamos toda la tarde con Sebastian y los miembros de su campaña. Comemos una comida digna de un ejército que preparó mamá. Sebastian también considera a su equipo como una familia. Como están trabajando duro para su campaña, pueden comer como miembros de la familia.

Una parte de la campaña de Sebastian se centra en unir las clases, incluso si hay una clara separación. Es una forma inteligente de verlo. Reconoce que no hay forma de erradicar las clases, al menos no de inmediato, por lo que cree que el primer paso debería ser unirlas.
Una vez que crean que tienen suficiente en común, tal vez entonces, las clases puedan ser abolidas. No es que su partido alguna vez esté de acuerdo en ese frente, pero solo está plantando la semilla por ahora.
Es un político inteligente y creo que llegará lejos. No tengo ninguna duda de que se convertirá en el próximo primer ministro.
Eso significa que me convertiré en el hijo del primer ministro igual que Joaquín.
No hay manera de que podamos tener una relación pública.
Es parte de la razón por la que perdí el control y lo tomé en la boda. Había tanta energía de ira hirviendo dentro de mí y tuve que sonreír y tomar fotografías y aceptar felicitaciones por algo que nunca quise que sucediera.
Pero al igual que Joaquín, me preocupo demasiado por mamá como para matar su oportunidad de ser feliz. Su estricto padre la crio en un ambiente cerrado antes de que la enviaran con un marido abusivo por el que pasó años recuperándose de los restos de su degradación.

Desde que Sebastian llegó a su vida, no necesita las pastillas para dormir ni para comer. No camina por la casa como un fantasma, ni me besa como un robot que no siente nada a causa de los antidepresivos.
Mamá se merece esto.
Pero eso no significa que haré lo que Joaquín exige y me alejaré de él. No significa que lo dejaré escapar de entre mis dedos e ir con otro hijo de puta mientras lo miro como un imbécil.

Actualmente está sentado frente a mí alrededor de la mesa de conferencias en la oficina de Sebastian mientras el jefe de relaciones públicas, Frederic, repasa la parte familiar de la campaña.
El eligió el asiento más alejado de mí, acurrucándose al lado de su padre y mirándome cada vez que podía.
Le devuelvo la sonrisa, irritándolo aún más. Después de la ducha, se puso unos pantalones cortos de mezclilla y una camiseta blanca que se amolda a sus curvas. Su cabello está alborotado y sus rizos caen por los costados de su cara, recordándome cómo lo agarré mientras lo penetraba una y otra vez.
Me obligo a concentrarme en Frederic, el líder de la campaña, para evitar ponerme duro frente a mamá y Sebastian.

Frederic es un hombre bajo con barriga cervecera y penetrantes ojos marrones. Tiene una mirada que ve a través de las cosas y un ingenio rápido que se adapta a la mano derecha de un político.
Cuando pide sugerencias, Joaquín sugiere publicar fotos en las redes sociales, como la que hizo que nos tomáramos antes en la cena.
La captura era: Cena familiar #SebastianBondoniPorLaVictoria #VamosTories

La selfie parece espontánea. Frederic y su gente visten sus ropas medio desaliñadas, en su mayoría sin chaquetas ni corbatas. Mamá, Joaquín, Sebastian y yo estamos en ropa de casa. Su calidad casual ha ganado mucha atención en las redes sociales. Al instante, muchas revistas en línea la publicaron con titulares como:
"El hijo de Sebastian Bondoni llama familia al equipo de su padre".
Joaquín puede parecer espontáneo, pero se parece mucho a sus padres. Su educación ha hecho que planee incluso los momentos más casuales.
Es por eso que se irrita cuando las cosas no salen según lo planeado, como la reciente obsesión de Liam. O yo.
El hecho de que no pueda planearme lo enoja. Da la casualidad de que vivo para ver esa expresión en su rostro.

-Publicar demasiado en las redes sociales puede interpretarse como una búsqueda de atención -digo.
El miel de sus ojos se mueve en mi dirección.

-La gente quiere conocer la vida de aquellos a quienes les confían su voto. Si demostramos que papá vive normalmente como ellos, le dará un buen empujón.