19. JOAQUÍN

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Mentí. Les dije a papá y a Helen que iba a salir con Veronica y Alexis. En cambio, estoy en la casa de Michael.
Bien, Veronica y Alexis también están aquí, así que no es una mentira total.

A papá no le gusta cuando voy de fiesta. No lo dice en voz alta, pero cree que está por debajo de mí. No es como si me encantara. A diferencia de lo que todos creen, no me gusta la atención. O al menos, me gusta en mis términos, y no veinticuatro siete.

Los tres pasamos por la entrada. Lars, el mayordomo favorito de Michael, nos saluda por nuestro nombre. Y sí, cuando el padre de Michael no está cerca, hace que sus mayordomos organicen las fiestas para él, y prácticamente las organiza en todas las oportunidades posibles. Hace de cualquier evento un motivo de celebración.

Alexis y Veronica levantan la barbilla. Yo también lo hago, no para anunciar mi llegada, sino para impulsarme con un poco de confianza: necesito cada gota que existe.
Por esa misma razón, usé un croptop nuevo, es negro, junto a unos pantalones muy pegados del mismo color hacen que resalten mis piernas y mi trasero, acompañado de mi gabardina café quemado, el conjunto da una vista provocativa sin dejar de decir "No puedes permitirte lo que hay debajo de esta mierda". Me recogí el cabello en una coleta, todo tal como las palabras de mamá. "Los pequeños detalles los mata, muñeco".
Terminé el look con unas botas militares, tienen un poco de tacón lo que hacen las piernas más altas y mi trasero perfecto. Joaquín Bondoni está aquí para conquistar.

Liam y Emilio siempre han sido imbatibles en el ajedrez, pero lo que parecen haber olvidado es que yo también juego. Yo también planeo.
Solo porque dejé que Emilio invadiera mi cuerpo de esa manera brutal y sin complejos no significa que pueda pisotearme.

El retumbar de una música pop de moda resuena en el aire. Todos bailan al ritmo, beben alcohol y se manosean unos con otros. Algunos se besan abiertamente, aferrándose unos a otros como si mañana fuera el apocalipsis.

-Ugh, asqueroso -chirría Veronica en voz alta cuando los pasamos.

-Consigan una habitación, perdedores -continúa Alexis.

Miro a la pareja incluso después de que los pasamos. Me duele el pecho ante la vista y niego con la cabeza negándome a pensar en la razón.

-¿Misión? -les pregunto.

-Encontrar a Emilio antes de que haga algo estúpido. -Veronica reajusta su generoso escote.

-Estamos en eso, Joa. -Alexis me da una señal de "Te llamaré" cuando nos separamos.

Les dije que no podía dejar que Emilio hiciera nada que dañara la imagen de papá. Es cierto, pero solo parcialmente.
Uno, Emilio nunca haría eso. Es demasiado cuidadoso. Dos, esa no es la razón por la que estoy aquí.

Empiezo mi búsqueda por la casa. El problema es que la mansión de Michael es enorme. Me pierdo en ella en días normales, y mucho más cuando está llena de gente.
Sacando mi teléfono, escribo.

Joaquín: ¿Has visto a Emilio?

La respuesta llega de inmediato.

Liam: ¿Desde cuándo eres tan obvio en buscarlo?

Joaquín: Responde la pregunta.

Liam: Eso sería un no. No me gusta que me den órdenes, pero tú eres la excepción, cariño.

Liam: Mucha suerte encontrándolo cuando decide desaparecer.

CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora