29. JOAQUÍN

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Maratón 1/3

Planeo conducir tan lejos como mi gasolina pueda llevarme, tal vez pueda irme y no volver nunca, puedo ir a un país de Europa del Este y vivir allí solo para siempre, puedo ir a Finlandia, tienen el paisaje más hermoso que jamás haya visto.

Pero no, en cambio, me encuentro en el parque, el mismo parque al que corrí cuando tenía siete años, el mismo parque al que corro cada vez que siento que el mundo se desmorona.

Ignoro la lluvia y estaciono el auto, salgo y entro al parque, la lluvia me empapa en un instante. Mi cabello se pega a mi cara y mi ropa se pega a mi espalda de nuevo, me paro en medio del parque vacío, mi respiración es agitada, mi cara arde, pero no es nada comparado con la cosa arañando y golpeando dentro de mí. Tiene que salir. Echando la cabeza hacia atrás, miro el cielo gris oscuro y grito. Grito tan fuerte que creo que alguien llamará a emergencias, grito por todas las emociones acumuladas y el dolor, nada de eso tiene que ver con los moretones palpitantes que Ethan dejó en mi cara, grito porque la opción de irme a otro país es imposible. No importa cuánto teorice al respecto. Mamá, papá, Helen y toda mi vida están aquí, incluso el bastardo de Emilio.

Pongo una mano sobre mi estómago y dejo que las lágrimas fluyan, la idea de deshacerme del bebé me arranca un sollozo áspero. Es extraño cómo ni siquiera me he hecho una prueba y, sin embargo, de algunamanera lo siento. Podría ser mi imaginación, ¿verdad? Podría estar inventando un embarazo porque me estoy volviendo loco, o podría ser real y tendré que lidiar con eso. Por un lado, tengo a mi familia, mi futuro, nuestro futuro, Emilio y yo. Ni siquiera soy mayor de edad. Todavía no hemos tenido un buen comienzo en la vida, todavía tenemos todo nuestro futuro por delante. Nunca podré dedicarme a la política si meconvierto en un padre adolescente, o peor aún, si tengo que dar a luz antes del matrimonio, Liam está fuera. Sé que su límite es permanecer comprometido conmigo. Él nunca, y quiero decir, nunca, lastimará a Ethan asumiendo la responsabilidad del bebé. Peor aún, Emilio y yo somos hermanastros. No puede asumir la responsabilidad, incluso si quiere. Nuestro mundo no funciona de esa manera, por otro lado, hay una vida creciendo dentro de mí. Pequeñas manos y pies. Un ser humano. ¿Cómo podré vivir conmigo mismo si hago lo que Liam dijo? ¿Cómo voy a tener futuro? ¿Cómo me despertaré todos los días y fingiré que no me duele? Grito de nuevo, la intensidad estalla en mis oídos. Hay tanta frustración reprimida dentro de mí, pedazos rotos y deseos de una realidad alternativa.

Una sombra aparece en mi visión periférica y salto hacia atrás, mi corazón tartamudea en mi pecho. Si es Tyler, lo juro por Dios que...

-Eres bastante predecible, mariposa. El parque, ¿de verdad?

Emilio aparece a la vista y se detiene cuando se da cuenta de las lágrimas en mis ojos, la forma en que mis manos están apretadas en puños, mis labios temblorosos y el lío general en el que estoy, su frente se arruga.

-¿Por qué estás llorando?

-¿Por qué estoy llorando? -Golpeo su pecho-. ¿Por qué estoy llorando? Vete a la mierda, Emilio, ¿de acuerdo? Todo es por ti. -Me deja golpearlo, maldecirlo y no intenta detenerme.

-Corrección, Joaquín, es por ti, no deberías haber provocado a Ethan.

¿Cree que es por Ethan? Lo golpeé una y otra vez. Golpe. Golpe. Golpe.

-Idiota. Imbécil. Bastardo. Te odio. Si no fuera por ti, nada de esto habría sucedido. Irrumpiste en mi vida, invadiste mi espacio y ahora... ¡mira este lío!

-¿Yo irrumpí? -Agarra mis dos manos, obligándome a detenerme, pero no las aparta de su pecho-. ¿Yo lo hice? ¿Qué hay de ti? ¿Por qué diablos tenías que estar aquí ese día? ¿Por qué me saltaste encima, me empujaste al banco y me lloraste con lágrimas brillantes? ¿Por qué te negaste a dejarme ir y prometerme tus primeras veces? Si quieres culpar a alguien, cúlpate a ti mismo, me obsesionaste contigo hasta el punto que no puedo respirar hasta verte.

CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora