CRUEL

34. EMILIO

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Joaquín se escapó a la casa de su madre. De nuevo. Está empezando a convertirlo en un hábito y voy a joderlo, entre otras cosas, fuera de él. Pero primero tengo que ocuparme de unos asuntos, ejemplo, como el desgraciado que ahora se va a casa después de una sesión de tragos en un pub.

Liam, Xander y yo lo esperamos en el oscuro estacionamiento. Tyler elige este barrio pobre porque le da el camuflaje que tanto necesita. Puede beber todo lo que quiera sin que nadie lo moleste con decírselo a su padre. Xander es quien nos dio este dato ya que hace lo mismo cada vez que quiere escapar de la ira de su padre. Aunque todavía no quiere admitir que está desarrollando un problema con la bebida. Sin embargo, eso no es importante en este momento. El hijo de puta que va a salir lo es.

-¿Dónde está Michael? -pregunta Xander.

-Está drogado -dice Liam-. Voy a joderle la cara si se queja de que lo dejamos fuera.

-Quiere que lo dejen fuera. -Pongo una mano en mi bolsillo para evitar que se enrosque en un puño.

He estado planeando este momento desde anoche, desde que vi el miedo en los ojos de Joaquín cuando salió corriendo con ropa transparente. Él no es del tipo que sale desprevenido, lo que significa que estaba más asustado de las carreras de sus padres de lo que mostraba. El hecho de que ese bastardo de Tyler se haya metido debajo de su piel de esta manera me hace querer erradicarlo de este mundo. Nadie puede jugar con Joaquín bajo mi vigilancia. Ese juego es mío y de Joaquín únicamente. No se permiten extraños.

-¿Michael quiere quedarse fuera? -Liam levanta una ceja-. ¿Estamos hablando de la misma persona?

-Pone una fachada. -Le lanzo a Liam una mirada condescendiente-. Si no fueras tan egocéntrico, lo habrías notado.

-Hashtag eso dolió. -Xander sonríe.

Liam y yo nunca nos atacamos el uno al otro, al menos no delante de los demás. Entonces, cuando eso sucede, Xander y Michael actúan como monos que han encontrado un plátano.

-Te dije que se acabó con Joaquín. Lo terminé oficialmente delante de Jonathan. -Liam me muestra su propia condescendencia-. Deja de ser una pequeña perra.

Antes de encontrarnos aquí, Liam me dijo por teléfono que todo había terminado. Ya no está comprometido con Joaquín. Él también hablará con su padre sobre eso pronto. A pesar del alivio que siento, no es suficiente. Es como si no pudiera sacarme de la cabeza el pensamiento de él comprometido con otra persona. A pesar de saber que era falso desde el principio, seguía siendo el prometido de otra persona. No es mío. Suyo. La parte que más me cabrea es el hecho de que él nunca será mi prometido. Joaquín nunca será completamente mío, no importa cuánto lo posea. Entonces tenía que guardar el secreto sobre ese hijo de puta de Tyler.

Joaquín me está empujando lenta pero seguramente fuera de su vida, y muy pronto, solo seré una aventura en su pasado. Joaquín finalmente elegirá la imagen de sus padres y la de él. Nunca he pertenecido a ese marco perfecto. Quizás eso es lo que me hace sentir aún más enojado de lo que debería estar por todo este puto lío.

-Vaya, capitán. -Xander me agarra por el hombro-. Ahora tienes a Joaquín para ti solo, ¿eh?

-Lo cual no se puede decir sobre tu caso. -Liam le sonríe. La sonrisa de Xander cae y lo deja boquiabierto. Ambos creen que pueden ocultarme secretos, pero ya lo he descubierto. Tengo curiosidad por ver cómo lo manejará Xander.

-Aquí viene -susurro mientras Tyler sale del pub a trompicones.

Le toma muchos tropezones llegar a su auto. No nos ve porque estamos escondidos en el punto ciego cerca de la pared. Tyler maldice en voz baja cuando no puede encontrar sus llaves. Los hombros de Liam se tensan y su expresión se oscurece. Desde que confirmó que Tyler fue quien empujó a Ethan a la piscina, ha estado buscando sangre. Casi como yo. Xander acaba de unirse porque le gusta golpear cosas últimamente.