CRUEL

26. EMILIO

Hay días buenos y días malos, hoy es el último.
Conozco los días buenos, o más bien, los descubrí durante las últimas dos semanas. Los días buenos comienzan con la cara de Joaquín frente a la mía antes de que lo despierte con mi lengua dentro de su culo y él ahogue sus gritos en la almohada para que nadie lo escuche, los días buenos incluyen dejarle chupones en el pecho y estómago e incluso en el cuello, y luego espiarlo mientras los mira secretamente en el espejo con una sonrisa. Esos días incluyen escabullirse a espaldas de todos cada vez que cenamos y follarlo contra la encimera del baño hasta que su cara de orgasmo sea lo único visible en el espejo. Esos días también se pueden pasar en el club, donde vemos a la gente tener sexo hasta que él se pone tan caliente e inquieto que comienza a tocarme, donde me lo estoy follando en ese mismo momento hasta que mi nombre sale de su boca en un gemido ahogado. Los días buenos terminan cuando me deslizo en su habitación y me lo follo antes de abrazarlo para que se duerma, solo para despertarlo en medio de la noche para follarlo de nuevo. Ese es el problema con Joaquín... es imposible tener suficiente de él. No tengo ningún botón de pausa o parada cuando se trata de él. En el momento en que creo que he terminado, él gime mientras duerme o acaricia distraídamente mi pecho, y todo lo que quiero hacer es poseerlo de nuevo.

La resistencia nunca se desvanece realmente de Joaquín. No importa que se deshaga a mi alrededor, o que todavía vaya a mis espaldas para amenazar a cualquier persona que se me acerque. Después de cada vez que lo tomo, de cada orgasmo y de cada beso, no deja de murmurar que me odia. Su cuerpo podría abrirse a mí de buena gana y sin ninguna resistencia, pero todavía tiene su corazón y su mente bajo llave.

En los días buenos, eso no me importa un carajo. Lo único que importa es que Joaquín es mío. ¿Y qué si nadie lo sabe? Sigo siendo el único por el que se viene, al que ruega y cuyo nombre gime, soy el único que ve los chupetones y el único que los pone ahí, soy el único que es testigo de cómo pone los ojos en blanco y de la "O" en sus labios cuando tiene un orgasmo, el único que siente el temblor de sus piernas a mi alrededor y escucha ese pequeño ruido de satisfacción que hace cuando está agotado.

En los días malos, como hoy, quiero agarrarlo por el cuello y secuestrarlo fuera de aquí, fuera de esta ciudad, este país, este mundo. Como estamos en la escuela y tenemos muchos testigos, no puedo hacer eso, así que lo miro como siempre. Cuando estamos aquí, Joaquín finge que no existo mientras habla de su día. Le he dicho mil veces que cuanto más se comporta como una perra conmigo o con cualquier otra persona, cuanto más finge su vida, más duro lo follaré esa noche, y, creo que lo está haciendo a propósito. Sus ojos brillarán de emoción y miedo cada vez que lo arrincono, luego se peinará el cabello y me dirá que no me tiene miedo. A veces lo tiene. O probablemente esté asustado por la profundidad de su deseo por mí.
Cada vez que entro a hurtadillas en su habitación por la noche y lo encuentro con una de esas camisetas de gran tamaño, salta en la cama, dándose cuenta de lo mucho que está jodido.
Lo ato la mayor parte del tiempo y se corre más duro que con cualquier otro tipo de sexo.

Tan pronto como terminamos la práctica, Joaquín decide tener un cara a cara con Liam cerca del campo.
Recientemente, después de que Ethan casi se ahoga en la piscina, rompió con Liam, Joaquín está usando esa oportunidad para hacer su reclamo nuevamente, y Liam lo está haciendo para poner celoso a Ethan y volver con él.

La sonrisa de Joaquín es falsa en el mejor de los casos. Conozco sus sonrisas genuinas, y generalmente están reservadas para sus padres y su hogar. Él las ofrece cada vez que felicita la comida de mamá, o cuando le da un beso de buenos días a su papá y le dice que lo ama, también salen cuando duerme envuelto a mi alrededor, pero nunca admitirá eso.

A cada recordatorio de que somos hermanos, se aleja físicamente de mí. Si está sentado frente a mí, se retorcerá, si está de alguna manera a mi lado, lo cual es muy raro, se alejará.
El hecho de que no pueda estar con Joaquín en público solía estar bien al principio, me gustaba saber que él es una perra por fuera, pero se vuelve un pequeño sumiso cada vez que lo toco, que soy el único que ve ese lado de él.
En los días malos, como hoy, no está bien. Liam puede estar con Joaquín, puede tocarlo, incluso puede casarse con él y obtener las bendiciones de todos, el hecho de que yo no pueda ha empeorado el caos que ha estado en mi cabeza desde que se comprometieron, y no es como si pudiera decirle a mamá: "Oye, te divertiste con Sebastian, ahora déjalo". No solo es egoísta, sino que también me preocupo demasiado por el bienestar de mamá como para hacerle eso, pero no significa que no piense en eso.