CRUEL

35. JOAQUÍN

A diferencia de lo que temía, papá no dice nada cuando le cuento que rompí el compromiso con Liam. Simplemente me da una palmada en la espalda y me dice que mi felicidad es más importante que cualquier otra cosa. Además, no es como si Jonathan dejara de respaldarlo solo porque no hay una relación política. Aparentemente, papá puede ayudarlo con una asociación con la familia de un duque a cambio. Sin embargo, Jonathan no ha sido tan tolerante con Liam. Creo que lo ha llevado a algún lugar de China. Mamá es igual. No ha hablado conmigo desde que se enteró de la noticia. Ella apareció aquí y comenzó sus habituales espectáculos de peleas con papá.

-Eres una influencia tan horrible, Sebastian. Es por ti que Joaquín no tiene sentido de la responsabilidad.

-¿Yo? -Se rio con amenaza-. ¿Realmente queremos ir por ese camino, Cynthia? Porque eres tú quien está tratando de convertirlo en una copia al carbón de ti, y no de la mejor manera. Si él no quiere casarse por dinero y estatus, no secasará por dinero y estatus. No venderé a mi propio hijo como una puta como tú te estás vendiendo a ese francés.

Su lucha se volvió más intensa después de eso, fue como esos días de divorcio nuevamente.

Apreté la mano de Helen mientras los escuchábamos desde fuera de la oficinade papá. Helen estaba pálida y me di cuenta de que estaba incómoda, pero no interfirió ni encaró a mamá. Si fuera cualquier otra persona, la habría echado y, honestamente, mamá se lo merecería.

Me disculpé en su nombre con Helen y ella acarició mi mejilla y me dijo que no era mi culpa. Eso fue ayer. No he sabido una palabra de mamá desde entonces. Es fin de semana, así que no tengo ni idea de dónde podría estar. Por lo general, inventaba trabajo porque, adiferencia de lo que no admite, mamá también es adicta al trabajo, al igual que papá. Se supone que debemos pasar tiempo juntos, pero no me ha devuelto las llamadas ni los mensajes de texto. Tampoco está en su apartamento y me está asustando. Planeo ordenar mis pensamientos y mantener mi promesa a Emilio, la parte de no ocultarle nada de nuevo. He estado pensando en formas de contarle sobre el embarazo porque, como hizo con Tyler, sé que se ocupará de esto. O al menos ayudarme a tomar la decisión, ya que obviamente no puedo hacerlo. Una parte de mí tiene miedo de que me diga que me deshaga de él.¿Qué más debo esperar? ¿Que sugiera que dejemos el país o algo así?

Maldita sea, Joaquín. Deja de ser un tonto ingenuo.

Emilio tiene una práctica temprano hoy debido a un juego en la noche, así que no tengo que mirarlo a la cara y sentirme culpable porque le estoy ocultando algo. Además, la desaparición de mamá se siente como un peso posado en mi pecho, que se cierne sobre mí como un demonio. Me siento como ese chico que la encontró mientras se ahogaba en su propia sangre. No ha respondido a mis llamadas en quince horas. Prometió no volver a hacerme eso nunca más.

Llamo a la puerta de la oficina de papá, balanceo una bandeja de té en mi mano y entro. Una sonrisa forzada roza mis labios mientras sirvo a papá, Frederic, Derek y el resto de su equipo.

-Gracias joven. -Derek sonríe pero rápidamente lo oculta, le devuelvo la sonrisa y le pregunto a papá:

-¿Puedo hablar contigo un segundo?

-Absolutamente. -Asiente antes de seguirme afuera. Estamos parados frente a la puerta de su oficina cerrada-. ¿Qué pasa, príncipe?

-Mamá no aparece. -Su mandíbula se aprieta.

-Es una mujer adulta, Joaquín, deja de preocuparte por ella como si fuera una niña.

-Papá...

-¿Por qué querrías hablar con ella después del espectáculo que ofreció ayer?