CRUEL

41. JOAQUÍN

Los tres nos sentamos en la sala de estar de mamá.

Decir que el aire es incómodo y lleno de tensión sería el eufemismo del siglo. No es así como me imaginé nuestra reunión familiar.

Mamá ata la bata de satén alrededor de su camisón y sigue tocándose el cabello, tratando de someter los despeinados mechones rubios al orden. Papá parece completamente normal, todo metido en su traje como si hubiera nacido con uno.

Dios.

No puedo creer que encontré a mis padres teniendo sexo. Es aún más perturbador ahora considerando que ya no están casados.

Se sientan uno al lado del otro mientras yo estoy frente a ellos, con los brazos cruzados como un juez para enjuiciar a sus acusados.

Mamá me lanza una sonrisa incómoda.-No es lo que parece. -Aprieto mi nariz.

-Creo que vi exactamente lo que parece.

-Principe. -Papá se aclara la garganta-. Lamentamos que hayas tenido que presenciar eso.

-¿No deberían estar más triste por otras personas? No lo sé, ¿como Helen y Lucien?

-Lucien y yo somos solo amigos, muñeco. Solo salimos juntos para evitar la molestia de encontrar citas para los innumerables eventos a los que asistimos.

-¿Qué hay de Helen entonces? -Apunto a papá con la barbilla-. ¿Cómo pudiste hacerle esto? -Mamá estudia sus uñas rojas.

-No son sexualmente activos.

-Cynthia -la reprende papá

-¿Qué? -Finge indiferencia-. Joaquín tiene la edad suficiente para entender eso. Él mismo es sexualmente activo.

-No necesitaba esa imagen. -Papá me mira extraño, casi horrorizado, como si se diera cuenta de que ya no soy su pequeño niño.

-¡Mamá! -Mi voz baja-. ¿Cómo sabes eso?

-Sé todo sobre ti, muñeco. ¿Crees que no me daría cuenta de que estás enamorado?

-N-no estoy enamorado. -Me aclaro la garganta-. De todos modos, esto nose trata de mí. ¿Papá?

-Helen y yo solo nos casamos por conveniencia. No tenía idea de cómo manejar la fortuna que dejó William, así que me ofrecí a ayudar. Una cosa llevó a la otra y formamos una especie de sociedad.

-Y un matrimonio. -Resopla mamá-. Ella pensó que si te tenía el tiempo suficiente, probablemente te enamorarías de sus gracias. Esa mujer es una serpiente.

-Cynthia. -Papá suelta otro suspiro.

-Aun así, esto no está bien, papá. -Soy tan hipócrita. Me follo a su hijastro bajo su techo todas las noches, después de todo.

-¿No quisiste siempre que estuviéramos juntos? -pregunta mamá-. Lo planeaste durante años.

-No a costa de la felicidad de otra persona. Esto no está bien para Helen, y tú lo sabes, papá. Estos son tus principios fundamentales y los traicionaste.

-¡Joaquín! -me regaña mamá-. No puedo creer que estés tomando el lado de esa serpiente sobre el de tu madre.

-Él está en lo correcto. -Los labios de papá se tensan en una sonrisa tensa-. Lamento haberte decepcionado, principe.

-Dame un puto descanso. -Mamá lanza sus manos al aire-. ¿Así que ahora soy la mala en todo esto?

-Modales, Cynthia. -La voz de papá baja.

-No te importaban mis modales cuando me estabas follando antes.

-¡Mamá!

-¡Cynthia! -dice papá al mismo tiempo.