Te dejaste caer en la silla junto a tus amigos, sumidos en una conversación sobre el trabajo... ¿Qué más podrían estar hablando? Sabías que no valía la pena prestar atención, pues la charla solo giraba en torno a temas que ya te resultaban familiares. Lo que realmente te atrapaba era algo mucho más interesante: Izuku.
Después de once años, ahí estaba, frente a ti, casi como si el tiempo no hubiera pasado. A pesar de la compañía de tus amigos, no podías apartar la vista de él. De fondo, la vibrante voz de Denki se alzaba, mezclándose con la suave música que flotaba en el aire.
—¡¿Qué pedirás?! —gritó Denki, su tono juguetón un poco más fuerte de lo que la situación requería.
Te despejaste un poco, volviendo a la realidad, y tus ojos volvieron al menú que tenías entre las manos. Lo hojeaste rápidamente, buscando algo que te convenciera, aunque lo cierto era que no sabías ni qué esperar.
—Oh... uh... Eeem... —tartamudeaste por un segundo antes de decidirte—. El especial —ordenaste con una sonrisa, aún inmersa en la magia de ese reencuentro, sin tener claro si aquello te agradaría.
El mesero, un chico con una actitud tranquila, apenas anotó tu pedido con destreza y luego te miró con una expresión profesional, pero relajada.
—Excelente —respondió, asintiendo suavemente mientras su pluma se deslizaba sobre su libreta. Luego, con una voz suave y cordial, agregó—: ¿Desean algo más?
Sin pensarlo, y sin poder evitar la curiosidad, la pregunta salió de tus labios.
—¿Cómo te llamas? —El tono de tu voz fue casi un susurro, impulsado por una necesidad de saber más, de descubrir algo que ya parecía importante sin razón aparente.
El chico parpadeó y se quedó un segundo sin respuesta, sorprendido por tu pregunta. Normalmente, los meseros no se presentaban, porque, ¿para qué? La mayoría de las personas no se detenían a hacer esas preguntas. Solo servían y se retiraban. Pero tú habías roto esa regla tácita, y él no sabía bien cómo reaccionar ante tu interés genuino.
Él vaciló, buscando la respuesta correcta, algo más allá de su rol de mesero, como si esa pequeña interacción pudiera significar algo más.
Kirishima observaba todo con atención, su intuición lo alertaba de algo. "¿Está coqueteando?" pensó, algo en el aire le decía que, a pesar de que solo había sido una simple pregunta sobre el nombre, su amiga estaba jugando a algo más. La idea le rondaba por la cabeza, pero prefería no decir nada.
El mesero, Izuku, vaciló por un momento. No estaba seguro de si debía responder a la pregunta. De alguna manera, tu interés lo desconcertaba.
—Huh... —murmuró, con su mirada algo perdida en sus propios pensamientos. Finalmente, hizo un pequeño gesto de resignación—. Izuku Midoriya.
Una pequeña sonrisa curvó tus labios al escuchar su nombre. No era más que un acto natural, pero había algo en su timidez que te hacía sentir una extraña conexión.
—Un placer conocerte —le extendiste la mano, un saludo sencillo pero cargado de significado.
Izuku, con una mezcla de sorpresa y nerviosismo, tomó tu mano. La notaste temblorosa, como la de un ratón asustado, y te diste cuenta de inmediato que no era miedo, sino una intensa ansiedad que se reflejaba en cada uno de sus movimientos. Su apretón era firme, pero los nervios seguían presentes.
—Ehm... ¿Solamente? —soltó tu mano rápidamente, como si esa pequeña interacción lo hubiera desconcertado más de lo que imaginaba.
—Sí —respondiste, con la mente algo perdida en lo que acababas de percibir: la dulzura en su rostro, la forma en que la luz lo iluminaba desde el ángulo exacto, como si el mundo girara un poco más lento cuando lo mirabas.

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𝐄𝐋 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐈𝐃𝐄𝐀𝐋
FanfictionEsta es una historia donde Izuku es un omega y la protagonista, un alfa dominante. _____ Yoshimura es una alfa dominante, dueña de una gran fortuna y reconocida en el mundo de la moda por su versatilidad como diseñadora. Obsesionada con el trabajo...