Capítulo 2

7.1K 718 69
                                    

A partir de este punto de la historia se narrará en segunda persona.

.

.

.

Te sentaste junto a tus amigos, estos comenzaron a conversar sobre el trabajo… ¿De qué otra cosa más hablarían?, no estabas interesada en el tema, en quien si estabas interesada y que no podías creer volver a ver después de once años era a Izuku.

El chico trajo consigo en menos de dos minutos un par de cartas de menú; la de licores y la de comidas. Comenzaron a leerla, pero tú no le quitabas los ojos de encima a Midoriya, a lo lejano se escuchaba la voz de Denki.

—¡¿Qué pedirás?! — Alzó la voz por cuarta vez con el entrecejo hundido.

—Oh oh oh… Eeem —Leías rápido el menú después de despertar de esa ilusión tuya —. El especial —ordenaste con una sonrisa, sin saber si esto sería de tu agrado.

—Excelente —Asintió apenas anotó en su libreta y preguntó con una voz agradable —. ¿Desean algo más?

—¿Cómo te llamas? —Querías saber su nombre, pero esto salió de tu boca sin pensar, te morías de curiosidad.

El chico no sabía si debía responder la pregunta, normalmente los meseros no se presentaban, eso era una pérdida de tiempo, se dirigían a todos por igual, de todas formas nadie quería saber, así que la pregunta lo dejó perplejo.

«¿Está coqueteando? » tenía la sospecha Kirishima que se trataba de eso, que su amiga estaba coqueteando (solo por preguntar el nombre).

—Huh —Seguía indeciso si debía contestar o no, pero aun así lo hizo —. Izuku Midoriya.

—Un placer conocerte —Extendiste tu mano a él en forma de saludo —. ____ Yoshimura.

El chico aceptó el apretón de manos, llegaste a sentir su mano temblorosa, parecía ser un ratoncillo asustado, pero no era el caso; estaba nervioso.

—Ehm… ¿Solamente? —Soltó tu mano.

—Sí —Estabas perdida en la dulzura de su rostro que no viste que él había soltado tu mano.

El joven se fue a la cocina sintiéndose inquieto los primeros minutos, era la primera vez que le preguntaban el nombre en su trabajo, también en la forma en la que le mirabas, no había visto a un cliente así.

Izuku llegó la comida en una mesa de ruedas acompañada de vino y delicias, colocó la comida cuidadosamente se podía decir que en posiciones perfectas, estaba de nervios y rojo cuando tus ojos azules le observaban a detalle.

Luego de entregar la orden no hubieron encuentros, al beber licor seguías al pendiente de cada vez que salía o entraba Izuku a la cocina, si le servía a alguien más o no.
.

.

.
Te aflojaste la corbata ya cansada de comer y tomar vino, aparte también del duro trabajo de la innovación que te tenía sin energías.

—¡Dios santo! —Soltaste alegre —. Eso estuvo bueno —te recostaste sobre el respaldar del asiento ya saciada de tus necesidades.

Denki y Kirishima parecían estar en alguna luna de Júpiter, estaban mirando el techo atontados.

—____, ¿Cuándo te vas a casar? —Kirishima se volvió a ella con esa pregunta y una leve seriedad, él creía que era hora de formar un hogar en matrimonio y tener muchos hijos como el resto de alfas.

—Ahora no, no hay quien se interese en mí —te excusaste dando un sorbo a tu copa, marcando desinterés por el tema.

—¿Nadie? —Dijo Denki con ironía —. Pero si eres toda un alfa ideal, no podría haber alguien que no quiera casarse contigo —Él tenía razón, habían pretendientes, citas, regalos, romances, pero a la fuerza ni los zapatos entran, nadie conseguía que fueras a un hotel, restaurante o tal vez una charla, como última opción ni un paseo en carro de tu parte.

«Pero ya he encontrado a alguien » decías en tus adentros, desviaste tu mirada a Izuku; que servía tragos en la barra concentrado y a la vez sonriente para agradar a los clientes, sus ojos esmeralda estaban puestos en el licor al dejarlo caer en el vaso, te hipnotizaba con cada movimiento «¿me estará seduciendo de la forma en la que va? ».

Esperaron unos minutos después de estar borrachos, tomaron un poco de agua para bajar la ebriedad y poder ir a casa sin matar a alguien en el camino.

No tuviste la oportunidad de ver de nuevo al chico, quien recogió la cuenta fue otra persona, te decepcionó no verlo de nuevo para seguir embelesándote en él.

Denki y Kirishima no estaban tan bien para manejar, así que acordaron ir a un motel cercano; ambos compartirían el pago, ya afuera del local se despidieron de ti y solo los viste ir a los dos por el andén, tomándose el uno al otro para no caerse.

Subiste a tu carro, diste un último vistazo al edificio desde tu ventanilla, ahora sabías dónde estaba ese chico, era inevitable volver a ir.

Llegando a casa se te notaba rendida, aparte no sabías ni como habías manejado, caías de sueño y por la poca cordura del licor.

—Nancy… ¡No me lo vas a creer! —Tenías la voz perezosa acompañado de hipo —. Vi a verdecito, lo vi, él estaba ahí.

—Señorita Yoshimura… Estoy a su derecha —Afirmó la mucama.

Te giraste jurando que estaba en tu izquierda. Nancy es una señora de cuarenta años que no lo parece por que se ve como de unos treinta, una señora bien vestida de mucama, pelo recogido, dos mechones sobre su rostro, gafas redondas y ojos negros, una piel de porcelana que asemejaba a la de una modelo de revista, pero ella tenía mejores posibilidades de trabajo por su belleza y solo había deseado ser mucama de la familia Yoshimura.

—Es tan tierno, tan lindo, tan hermoso, tanto que quiero devorarlo a besos —en eso último hacías mayor énfasis, lo harías si o si, tarde o temprano, sería especial, inolvidable, aunque tuvieras que comprar el restaurante para volver a saber de él; lo harías.

Nancy te llevó a tu habitación, al mismo tiempo alucinabas con Midoriya.

—¿Logró hablar con él? —Abrió la puerta al preguntar.

—No pude decir mucho, solo sé su nombre —te escuchó triste.

—Es una pena —Lamentó ella —. Tendrá más oportunidades señorita Yoshimura, de eso estoy segura —Te ayudó a quitarte las sandalias para luego arroparte —. Buenas noches señorita Yoshimura —Se despidió al final.

𝐄𝐋 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐈𝐃𝐄𝐀𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora