Capitulo 24

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"Uno de nosotros"

ROSALINE

Nunca había sentido tanto miedo en toda mi vida hasta que me encontraba dentro de una oficina de policías donde esperábamos nuestro turno para ser interrogados, éramos el grupo de adolescentes que extrañamente se encontraban con el cuerpo de la fallecida Sarela Laurence, en una noche en Halloween.

A veces uno pide vivir una vida llena de aventuras, una donde todo sea pura adrenalina, donde tengas el corazón hasta la garganta, donde tus pulmones estén tan alterados de las fuertes respiraciones que tienes por la emoción o la energía, pero a veces todo se sale de control y justo cuando deseas volver a tu vida normal donde todo era tranquilidad, te das cuenta que ya es demasiado tarde y que tu vida ahora es esta, debes aprender a como sobrellevar todo y tratar de no morir. Mentir o manipular para que nadie sepa los pecados que cometiste, porque, aunque digas que tus pecados pueden ser perdonados, lo que ocasionaste no se puede remediar, y solo te queda seguir mintiendo, crear tu realidad donde las cosas salen como tú las quieres, es lo que te queda porque quedaste atrapado en tu realidad deseada.

Policías por todas partes, entrando y saliendo de distintas oficinas, un oficial forense con un traje blanco de laboratorio en una Van grande para llevarse el cuerpo que fue encontrado en aquella casa, un momento de terror, donde estás entre decidir en decir la verdad o mentir, pero en ambos caíamos. El sentimiento de querer salir corriendo de este lugar estaba más presente que nunca, pero era imposible, unas esposas en mis manos me impedían olvidar lo que había ocurrido. De haber visto el cuerpo de Sarela caer desde el ático, hasta enterrar el cuerpo de una persona muerta, hasta ver al chico que creías conocer besarse con su propia hermana, hasta dudar de ti misma, de ni siquiera saber lo que en verdad está sucediendo, o no entender la pequeña llama que tengo por dentro.

Todos permanecíamos callados, con la mirada al suelo, aún con nuestros disfraces, cada uno al lado de otro coordinados con las manos al frente, los 9 esposados sin decir ni una sola palabra.

—Debemos mentir— hablo la pelirroja —Si decimos la verdad de todo se enterarán lo que hicimos, nuestros secretos y las cosas serán peores, todos tenemos algo que no se quiere saber ¿cierto? Tenemos que mentir para que no sepan eso— observándonos a todos, pero ninguno decía ninguna palabra —¿Que no lo entienden? Estamos en un puto juego donde el dirige las reglas, si rompemos una no acabaremos con el juego, acabaremos con nuestra vida, si hablamos él también lo hará, así funciona.

—¿Y qué sugieres que hagamos? —pregunto Jacob con un tono de que sentía que era el fin y no se podría hacer nada —Que cosa diremos, las pruebas están ahí no hay como mentir.

—Claro que sí— Kassy se asomó para ver a todos —Estamos aquí porque nos vieron con el cuerpo de Sarela, no estamos siendo acusados de nada, no saben de James, solo tenemos que mostrarnos tranquilos inventar algo y que alguien puso el cuerpo en tu casa — ella se notaba más tranquila.

—¿Y qué vamos a inventar esta vez? mentí tantas veces que una más no creo que me haga daño— Daniel sonrío para intentar ocultar sus nervios.

—Las mentiras pueden matar algunas veces.

—No puede matarme algo que me hace vivir— dijo para intentar levantarse e intentar separar sus manos, pero se dio cuenta que tenía unas esposas y por poco perdió el equilibrio —Mierda, aquí no se puede ni ir al baño— se quejó.

—Bien lo haremos— el rubio miraba hacia el frente —De por si rompimos la ley al haber enterrado a dos personas, mentir a un oficial debe ser fácil— asintió.

Ellos estaban locos de su cabeza, en que me metí.

Poco a poco uno iba pasando.

JACOB

TAURI TOWNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora