Ladymoon《 Adrien Agreste y tú 》

《 Glaciador 》

—¿Listos chicos? —pregunté tomando mi arco.

—¡Si! —Bug asintió.

—Siempre listo, mi lady. No necesitan frenos si nos tienen a nosotros —respondió el felino.

Hace poco había salido del instituto y los tres héroes estábamos sobre el techo de un autobús que conducía a toda velocidad, al parecer los frenos fallaron y los pasajeros estaban algo... aterrados.

Chat noir le lanzó su bastón a Ladybug e hicieron un especie de maniobra para intentar frenar el vehículo mientras que yo, con mis flechas amarradas a los postes de luz, me balanceaba de un lado a otro sacando a todos los ciudadanos del camino y colocandolos en una zona segura.

Cuando por fin detuvieron el autobús, quedé con un niño en brazos que gritó emocionado, se lo devolví a su madre y me uní a mis compañeros para ayudar a los pasajeros a bajar y revisar que se encontraran ilesos.

—Creo que voy a vomitar —hablé mareada al balancearme por casi todo París.

—Por allí hay un bote de basura —la azabache señaló dicho objeto con una sonrisa burlona.

—Ja ja, muy graciosa —ironice.

—Dime algo, Bogaboo —el oji-verde llamó nuestra atención—. ¿Te gustaría ir a cenar en un tejado de París esta noche como superhéroes?

—¿Cenar? ¿Cómo superhéroes? —preguntó confundida.

—Pues si, así es. Solo estamos juntos cuando estamos salvando París, ¿no te gustaría que nos conozcamos un poco más?

Lo miré indignada.

—Total yo ni quería conocerlos —me crucé de brazos.

—Lo siento Ladymoon, pero no querrás ser la tercera rueda, ¿verdad? —me miró burlón y frunci el ceño.

—Yo ahm... te lo agradezco mucho Chat noir, pero no puedo. Ya tengo planes c-con unos amigos —se disculpó rápidamente.

El último en salir del bus fue el chófer.

—Gracias, héroes —nos miró agradecido y se marchó como todos los demás.

—Bueno... si tus planes terminan temprano, puedes venir a verme.

—Ya veremos —nos hizo un ademán de despedida y se fue con su yo-yo.

—¡Te esperaré, Bogaboo! —me quedé mirándolo y al percatarse me observó—. ¿Qué?

Negué con la cabeza.

—Nada. Adiós, Chat noir —me fui lo antes posible de allí, con ayuda de mi arco.

Al llegar a mi balcón, me destransforme y caminé en dirección a mi cama.

Nova floto hacia su cajón de galletas y al tener una, se sentó a un lado de mí.

—¿Qué haras hoy, ________? —preguntó dándole un mordisco a su alimento.

—Comer dos kilos de helado mientras escuchó la canción Heather de Conan Gray a todo volúmen —murmuré de mala gana mientras posaba mi cabeza sobre la almohada.

—¿No irás con tus amigos a tomar un helado de André?

—¿Para qué? —me incorporé mirándola—. Marinette estará con Adrien, Iván con Mylene, Juleka con Rosita... ¿De qué sirve?

Tomé el control remoto y comencé a buscar alguna película, ella se quedó en silencio, acompañándome.

[...]

—¿Cuál es el sentido de los típicos clichés? —pregunté exasperada, hablándole también a la pantalla.

—¿Típicos clichés? —cuestionó confundida.