Ladymoon《 Adrien Agreste y tú 》

《 Riposte 》

—¡Por fin uno de mi talla! —exclame aliviada.

Me encontraba en los vestidores de la escuela. Como lo había hablado con Adrien el día de ayer, he venido a las pruebas para intentar entrar a la academia de esgrima.

Se me hizo complicado encontrar un casco de mi talla, pero finalmente lo conseguí.

—Estoy muy nerviosa, Tikk... ¡AH! —oí un grito cerca de mí y di un respingo del susto.

Marinette había entrado a los vestidores, al parecer ella también se había asustado ya que estaba parada con un solo pie y traía una mueca graciosa en sus labios.

—Casi me matas del susto —suspiré y ambas tomamos una posición normal, riendo.

—________, ¿qué haces aquí? —caminó hacia mí con una sonrisa.

—Vengo a acompañar a Adrien y a hacer las pruebas, ¿tú? —mencioné mientras tomaba un sable—. Déjame adivinar, quieres entrar a la academia para poder pasar más tiempo con él.

Me crucé de brazos, alzando una ceja. Ella río nerviosa.

—¡Claro que no! —hizo un ademán con su mano—. Me encanta este juego, es uno de mis preferidos —habló tratando de convencerme.

—No es un juego, es un deporte —aclaré.

—A-ahm... ¡Si, justo eso! Quería comprobar que tú lo supieras —rascó su nuca.

—Como digas, te espero afuera —sonreí levemente para ir al patio cuando tuve todo mi equipo de protección listo.

—Uhm... disculpa —alguien tocó mi hombro—, ¿Sabes si aquí son las pruebas para...? ¡AH! —me di la vuelta encontrándome con Nathaniel. Traía el equipo de esgrima puesto.

—¡Hola, Nath! No sabía que te gustaba el esgrima —comenté confundida.

—A-ahm... s-si, yo... ahm... —miró hacia atrás e inconscientemente hice lo mismo. Alix estaba sentada en una de las bancas, mirándolo de forma burlona.

Ayer le mencioné que hoy vendría aquí, no sabía que ella también lo haría.

—¡Muy bien! ¡Acérquense, por favor! —gritó el profesor. Dimos como finalizada la conversación y ambos nos acercamos a él—. Yo soy el maestro de esgrima, el Sr. D' Argencourt. Como seguro ya saben, solo tenemos una vacante en el equipo este año. Principiantes, los observare practicar algunos ataques con los alumnos más experimentados y veré quien será el afortunado de entrar en esta prestigiosa academia. ¡Todos en posición! —hizo una señal y los esgrimistas con experiencia caminaron hacia nosotros.

Uno de ellos se acercó a mí, levantó su mascarilla y vi que era un chico de cabello rojizo, tez blanca y ojos verdes.

—Buenos días, dama —asintió con firmeza en forma de saludo e hice lo mismo.

—Buenos día...

—¡Profesor! —alguien levantó la mano,  interrumpiendome. Pude ver que era Adrien ya que había levantado su mascarilla—. ¿Podría cambiar de pareja con él? —señaló a mi compañero—. Yo la invité y me sentiría mal dejándola sola —habló refiriéndose a mi.

El hombre se quedó mirándolo fijamente por un momento.

—Bien, solo porque eres uno de mis mejores alumnos, Agreste —accedió—. Liher, cambia de pareja con Adrien.

Ambos hicieron lo dicho. Ahora yo estaba frente a Ad y Marinette estaba frente a ese tal Liher.

—No es muy difícil aprender esgrima, pero no te preocupes si no logras vencerme —me dijo suavemente, como si temiera hacerme sentir mal.