Ladymoon《 Adrien Agreste y tú 》

《 Jugador 》

—Impresionante... —susurré mientras observaba como Max y Adrien se encontraban totalmente concentrados en el juego.

De pronto sentí a alguien a nuestras espaldas.

—¿Qué sucede chicas? —preguntó Marinette en susurro.

—Sh... —murmuró Alya con su vista fija en la pantalla mientras filmaba.

—Elegirán a quienes representarán al instituto en el torneo de no sé qué —hablé y ella me miró confundida—. No recuerdo el nombre, solo recuerdo que era un torneo —reí.

—Audiciones para máximo torneo de guerra de Ultimate Mecha Strike III de París. La escuela envía a los dos alumnos con mayores puntajes —explicó Rosita emocionada.

—De hecho... —Kim se unió a la conversación—. Las audiciones son para ver quién irá con Max al torneo.

—¿Por qué Max? —preguntó la de ojos azules con confusión.

—Porque es invensible. Es un ídolo, tiene el APM más alto de todos.

—¿APM? —pregunté ahora yo, intrigada.

—Acciones por minuto, esperó siempre por este torneo y se esforzó todo el año para subir de nivel.

—Adrien gana, Max pierde —anunció la voz proveniente del juego.

Todos festejamos dando saltos y aplaudiendo.

—Buen trabajo, vamos a ganarles a todos como equipo —felicitó Max.

—¡Si! —ambos chocaron los cinco.

—Déjame ver si entiendo... si alguien logra superar el puntaje de Max, ¿acompañaría a Adrien al torneo? —preguntó esperanzada, con un brillo en sus ojos.

—Nadie puede derrotar a Max, menos a Max y Adrien. Que gran dupla, son la esperanza de la escuela.

Alya y yo nos miramos sabiendo a donde va todo esto y la arrastramos hacia otro lado de la biblioteca.

—Ya nos dimos cuenta de tus intenciones —la morena la señaló.

—¿Lo imaginan? ¡Jugar con Adrien!

—¿Estás loca Marinette? Esto se trata de competir para representar, no de meterse para abrazar. Esto es algo serio —explicó.

—Además, se nota el esfuerzo que Max le puso a todo esto. No se lo arruines solo para pasar tiempo con Adrien, Nette —mencioné comprensiva, cruzada de brazos.

—¿En verdad creen que sería capaz de eso? —preguntó para dirigirse nuevamente hacia donde se encontraban los demás con nosotras detrás de ella.

—Tenemos a los dos participantes inscriptos para el torneo en París —indicó el director.

—¡Espere! —todos la miraron—. ¿Es muy tarde para audicionar?

Alya y yo llevamos una mano a nuestra frente.

—La biblioteca cerrará en cinco minutos pero...

La azabache caminó a él decidida sentándose sobre el asiento frente a la pantalla, extendió su mano y Adrien le entregó su control.

—¿En serio ella va a competir? No creo que tenga oportunidad —opinó el atleta.

—A menos que una jugadora particular, tenga una razón particular —respondió la de lentes para comenzar a filmar.

—Las reglas son simples. Pelean uno contra otro y...

—Por favor, cada vez que ganas obtienes sus objetos y subes de experiencia mejorando tu robot —lo interrumpió—. No soy nueva, muchas gracias.