《 Animan 》

1.2K 177 40
                                    

—¿Piensas levantarte para que por fin podamos irnos o vas a quedarte ahí, babeando por una revista? —elevé una ceja, divertida.

Marinette se incorpora de golpe, la había tomado por sorpresa.

—Creo que le agrada más la segunda opción —se burló Alya, quien estaba sentada en la escalera junto a ella. Ambas reímos al ver que las mejillas de la azabache se tornaban rosadas.

La marca Agreste y la marca Baez estrenaron una nueva línea de ropa en la cuidad. Revistas y anuncios se encontraban por todos lados.

Mi madre y el señor Agreste se encargaron de diseñar cada prenda de la colección, mi padre hizo el labor de hacerlos tendencia, mientras que Adrien y yo fuimos los modelos. Nuestros rostros estaban por todo París.

Eramos la fascinación de todos. Los parisinos se sorprendieron al ver a los mejores diseñadores trabajando juntos, junto a sus hijos.

—Es que es tan lindo —Marinette suspira enamorada.

Miraba una página de la revista en la que solo Adrien aparece, vestido con un conjunto de gala bastante llamativo.

Le dió vuelta a la página, se habían acabado las fotografías en las que solo aparecía él y allí nos veíamos ambos. En la foto, Adrien miraba al frente mientras que yo me apoyaba sobre su hombro, mirando distraídamente hacia otro lado, luciendo las vestimentas.

—Tu trabajo es impecable, _________ —se asombra Alya, mirando la revista y pasando las páginas en las que apareciamos ambos para llegar a mi sección. Solo habían fotografías mías, modelando.

—Gracias, Alya —sonreí en forma de agradecimiento, apoyándome en el barandal de la escalera.

Pude divisar como Nino intentaba acercarse a nosotras varias veces, pero siempre volvía por donde venía y se escondía detrás del equipo de gimnasia de la escuela, luciendo arrepentido. Fruncí el ceño ante eso, confusa.

Un par de minutos después, las tres íbamos bajando por las escaleras del instituto, alejándonos de la entrada.

Observé alrededor como todos me miraban entusiasmados, con sus revistas en manos. Sonreí apenada y les hice un ademán al aire, avergonzada por ser el centro de atención.

—No puedo creerlo, ¡Adrien es adorable! —chillaba la de ojos azules, con la vista pegada al papel de revista con una foto del rubio—. ¡Es todo un...!

—Listo, lindo, guapo, fascinante, hermoso, perfecto... —la interrumpe Alya con burla, simulando un suspiro enamorada al imitar a Marinette, logrando que una pequeña risa se escape de mis labios.

—Todo lo anterior —asiente sonriente, bajando los últimos escalones hasta chocarse con algo, o más bien alguien... Nino.

Su revista cae al suelo y se le queda mirando, pasmada.

—¿Nino? —elevé una ceja al verlo inmóvil, parecía aguantar la respiración.

De repente, Adrien sale a sus espaldas, parecía fingir sorpresa. Su sola presencia hizo que la azabache de un respingo.

—Oh, lo siento —se disculpa, golpeando al moreno por el hombro, de manera suave—. ¿Verdad, Nino?

—Lo siento —responde él rápidamente, sin siquiera moverse.

El rubio dirige una rápida mirada hacia mí, noté como sus mejillas enrojecen levemente. Sacude la cabeza y vuelve a centrar sus ojos en Marinette, quien parecía que iba a desmayarse.

—Lamento el percance Marinette, ¿cómo podemos recompensarte? —coloca una mano sobre su barbilla, pensativo, antes de dirigirse a su amigo—. ¿Alguna buena idea, Nino?

Ladymoon《 Adrien Agreste y tú 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora