《 Búho negro 》

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—¿Ir de compras hoy? —miré a la rubia mientras caminábamos, sonriendo ligeramente—. ¡Me encantaría!

Chloe soltó un chillido, contenta.

—Vamos, dense prisa, no tengo todo el día —nos apuró el director, de pie en la puerta de la escuela. Pues quería cerrar la misma lo antes posible.

Cerré los ojos con fuerza.

—Pero... no puedo —murmuré con pena—. Mi madre quiere que me quede en casa hoy, debemos hablar sobre unos asuntos de su línea de ropa.

—________, ¡me has puesto excusas durante toda la semana! —reclamó ella, con un puchero en sus labios.

—Lo siento, Chlo. Otro día quizás —mencioné mientras bajamos las escaleras de la institución.

Su limusina llegó, estacionando frente a nosotras.

—Está bien, lo entiendo —besó mi mejilla en forma de despedida—. ¡Nos vemos pronto, _____-boo!

***

Me encontraba cerca de la institución, transformada en Ladymoon.

A el señor Damocles últimamente le gustaba disfrazarse de superhéroe, él salía después del horario de la escuela para ver si algún ciudadano necesitaba de su ayuda.

Era lindo de su parte, pero en ocasiones llegaba a ser peligroso, e incluso ponía en peligro a los parisinos. Mis compañeros y yo hemos estado controlandolo durante la última semana.

Miré a mis alrededores, el día era soleado. El sol golpeaba con fuerza y París se encontraba tranquilo por el momento.

Sonreí levemente por unos instantes antes de soltar un suspiro al distinguir cierta silueta masculina en la plaza de los vosgos. El director estaba allí, disfrazado de héroe e intentando escalar un árbol para salvar a un gato, sin mucho éxito.

—Aquí vamos de nuevo —murmuré cansada, tomando mi arco para lanzar una de mis flechas hacia el árbol.

La misma se atascó allí, por lo que me columpie y sujete al director por el tobillo, deteniendo su caída al resbalar.

Mis compañeros aparecieron de pronto, Chat noir bajó del arbol al felino nombrado Bigotes y Ladybug me ayudó con el adulto, bajándolo lentamente.

—Señor Dam... uhm, ¡Búho! —se interrumpió la catarina en cuanto él estuvo de pie en el suelo—. Es la quinta vez en la semana que lo rescatamos —suspiró.

—Uno de estos días se va a lastimar seriamente, ¡por lo menos use un casco! —recomendó el de negro, con el minino en brazos.

—¡Pero ustedes no usan casco! —protestó él.

—No es igual para nosotros, somos superheroes de verdad —expliqué, acercandome a el rubio para acariciar Bigotes muy felizmente—. Con poderes reales y trajes mágicos —lo tomé en brazos para devolvérselo a la dueña, quien se encontraba a un lado, apartada. Ella me agradeció.

—Lo sé, pero de niño quería ser un superhéroe de verdad.

Vi por el rabillo de mi ojo como los periodistas comenzaban a aparecer, al igual que los bomberos. Al parecer la dueña del gato los había llamado antes.

—Hoy, Ladybug, Ladymoon y Chat noir han rescatado una vez más al héroe autoproclamado "El búho" —comenzó la reportera hacia una de las cámaras antes de acercarse al mencionado con un micrófono en mano, dándole la palabra—. ¿Algo para decir?

Ladymoon《 Adrien Agreste y tú 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora