Reconozco que exageré un poco ayer, quiero decir, esta semana he estado teniendo unos dolores de cabeza terribles, eso explica muchas cosas. "¿Pueden ser los causantes de mi paranoia?" Tal vez aluciné un poco. La bofetada que recibí por parte de Niller fue...inesperada, pero me la merecía, ¿no?
Le dije que era una perra. Pensándolo mejor, me pasé un poco. Igual...solo quería ayudarme. Ayer en la noche, cuando mire mi cuello de nuevo y no encontré ninguna marca, hice una promesa: No pensar más en eso.
Voy a ir a la excursión, voy a hacer amigos y me lo voy a pasar bien. Punto y final.
-¡Hey!-gritan Adele y James nada más verme bajar del autobús.
-¡Que nos vamos de excursión!-James se adelanta para ayudarme con mi mochila.
-Oh, no no. Puedo yo.-aseguro.-Pero gracias.-sonríe tímidamente.
-¿Preparada?-pregunta Adele entusiasmada. "¿Nunca se le acaban las sonrisas?"
-Necesito unas vacaciones.-admito siguiéndoles el paso.
El autobús ya se encuentra en el parking, por lo que no nos cuesta nada ver a una fila enorme de estudiantes intentando hacerse paso para entrar y así salir de este lugar.
-¿Sabéis quienes son los profesores al cargo?-pregunta James mirando por todos lados. Hago lo mismo, me extraño al no encontrar a alguien con mando.
-No.-le contesta Adele.-El año pasado fue el de inglés y la de informática. Pero ni idea.
-Pues a la aventura se ha dicho.-aplaude enérgicamente. "Si que está emocionado".
-¡Chicos, chicos!-al conductor le es imposible controlarlos.-En fila.
En verdad no parecen muy mayor, unos treinta y muchos. Su cabello hacia atrás y su traje le dan aires de un ejecutivo importante. Sus ojos son tan negros como la noche, pero los contrarresta con el rubio de su cabello. Su presencia es...inaudita para ser un conductor.
-Hola, Peter.-me sorprendo cuando James lo saluda.-¿Qué tal has estado?
-No muy bien, James.-se queja apoyándose en el autobús.-Mis problemas de espalda han empeorado.
-Oh, siento oír eso.-apoya una mano en su hombro.-Igual este viaje te ayuda.
-Ojalá.-posa la mirada en los tres.-Venga, pasar.-da un paso hacia nosotros.-Podéis sentaros en los asientos vip.-susurra como si fuera un secreto.
-¿Asientos vip?-pregunto extrañada caminando entre los asientos.
-¡Esos!-grita James por el gran ruido que hay aquí adentro. Dirijo mi mirada hacia donde señala con el dedo.
Vaya...nunca había tenido la oportunidad de sentarme en esos asientos. Siempre se ha creído que sentarse al final del todo...te daba aires de rebelde. No lo creo así, tan solo es un asiento. Evito las miradas que recibimos por algunos al sentarnos.
-Si que son cómodos.-dice con admiración Adele.
-A que si.-le sigue James sentándose en el medio de las dos, justo en el pasillo.
"Me encanta, parecen niños".
-Si, los asientos son más grandes.-admito acurrucándome en el mío. "Una siesta no vendría mal".
-¿No me digas que te vas a dormir?-me pregunta Adele soltando una pequeña risa.
-Puede.-cierro los ojos, pero con el ruido que hay me es imposible dormir algo.
-Vamos, Sandra.-escucho que dice James.-He traído cartas para...-su voz, al igual que todo el ruido anterior, cesa por completo. "Algo va mal".
Abro los ojos para encontrarme con las siluetas de Adele y James demasiado rectas. Desvío un poco la mirada hacia el pasillo. Primero son unos tacones negros de aguja, luego unos pantalones también negros de traje. Voy subiendo y subiendo. Entrecierro los ojos al ver a Traxler parada delante de nosotros, apoyada en uno de los asientos.
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Secretos envenenados
Random¿Qué pasaría si un día te levantaras de la cama y descubrieras que no eres tan humana como te hacían creer? ¿Qué pasaría si tus profesoras de universidad no estuvieran tan lejos de parecerse a ti? Y sobretodo, ¿qué pasaría si ellas mismas afirmaran...