Capítulo 2: Pequeño y fortuito desmayo

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Sigo sin entender el comportamiento de todo el mundo en las clases de la profesora Nirell. Parecen absortos, como si estuvieran en otro mundo. Tan solo dicen monosílabos, como si fueran soldados. No tiene sentido.

Al parecer soy la única que se ha dado cuenta, Alex nunca ha dado esa clase y mis otros "contactos" tampoco. El único que me supo decir algo fue James, que con un poco de desilusión al decirle que no saldría con él, me dijo que si entras a esa clase, jamás te desapuntas.

"Salte de esa clase, es un lavado de cerebro". Empiezo a pensar que algo de razón tiene.

Quiero decir; universitarios contestando monosílabos, con la espalda recta, con la mirada fija en un punto. ¿Dónde se ha visto que gente de nuestra edad actúe de esa manera?

¿Y la hoja de los libros? Eso sí que fue raro. Yo nunca pierdo algo, de eso estoy segura.

-¿En qué piensas?-si, que James Boan sea ahora mi amigo me incomoda un poco, pero no más que antes. 

-En nada.-niego repetidas veces con la cabeza. Si le llego a decir lo de Nirell de nuevo...me tomaría como loca.-¿Dónde está Emma?

-Dijo algo de una presentación de psicología.-menciona Alex metiéndose unas cuantas patatas en la boca.-No tardará mucho.

-¿Quien manda un trabajo a las dos de la tarde?-pregunto extrañada.

-Quien tu sabes.-susurra James con la mirada fija en un punto. La mesa de los profesores. "¿En qué estás pensando, James?".

Su mirada fija me vuelve a recordar a las marionetas de Nirell. Es todo otro mundo esa clase, una utopía para los profesores. ¿Quién no querría tener orden y obediencia en sus clases?

-¿Qué miras, tío?-le pregunta Alex extrañado girando la cabeza.-Oh, ¿le debes algún trabajo a alguien?

-No.-le contesta cortante después de unos segundos en los que me doy cuenta de que ha estado todo el rato sosteniéndole la mirada a Traxler.-Acabamos de empezar, tío.-su cercanía hace que la cara de Alex se relaje.

-Emma ya los tiene.-menciono pensativa.-En clase no nombraron ningún trabajo, eso es raro.

-Toda su clase es rara, Sandra.-me recuerda James.-Hazme caso.

-Mi profesor de marketing quiere que hagamos una presentación de diez temas.-James abre los ojos como loco ante el comentario de Alex.-¡Diez!-se gira para mirarlo.-Es un hi...

-Calla, pueden escucharte.-le corta James.

-Tranquilo, están a la otra punta.-le dice Alex.-Con su edad seguro que ni me escucharía si estuviera en su misma mesa.

-Te sorprendería.-el comentario de James me extraña.-¿Qué pasa?

-¿Cuántos años llevas aquí?-le pregunto queriendo saber porque conoce información que nosotros no sabíamos ni que existía. Primero Nirell, la vista fija en Traxler y ahora, su comentario hacía un profesor que ni siquiera le ha dado una vez.

-Siete.-contesta bajando la cabeza.-Repetí dos veces. En primero y en este curso.

-Entonces eres todo un veterano.-se entusiasma Alex.

-Podría decirse así.-le contesta cohibido. Algo me dice que no le gusta hablar sobre el tema.

"¿Dónde demonios estás, Emma?" Paro de mover la pierna por el nerviosismo. Dejar a solas a alguien con la profesora Niller, no me parece una buena idea.

"Esa mujer no me da buena espina".

-Voy a por Emma.-me levanto con rapidez. "No aguanto aquí ni un segundo más". La vista de toda la cafetería me deja pensar con más claridad.

Secretos envenenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora