- ¡No quiero morir!-gritó abriendo los ojos con temor.
Mi pecho sube y baja por mi fuerte respiración. Mi corazón nunca ha ido tan rápido en mi vida. Mis nervios suben cuando me doy cuenta de que me encuentro arropada entre las sábanas de mi habitación.
- ¡¿Qué pasa?!-una alarmada Emma aparece en escena con medio croissant en su mano. "¿Qué hora es?"-¿Sandra? ¿Estás bien?-pregunta mientras se sienta a mi lado.-¿Sandra?
- ¿Cómo he llegado hasta aquí?-rápidamente llevo mi mano hasta mi cuello.
- ¿Qué? ¿A qué te refieres?-entrecierra los ojos confusa.-Supongo que en bus o en taxi. ¿Por qué lo preguntas?
- ¿Cuándo llegué?
- No...no lo sé. Isla me invitó a tomar algo por la noche, debiste llegar más tarde. Intentamos llamarte y no contestabas.
- Agg.-me dejo caer sobre el colchón.
- Últimamente estás muy rara. ¿Has estado durmiendo bien?
"No, Emma. Descubrir que eres una Nefilim no es muy bueno que digamos".
- Si, solo estoy cansada. Habré tenido una pesadilla.
- ¿Una pesadilla? Sandra, has repetido cinco veces que no querías morir.-lleva su mano hasta mi frente.-¿Segura de que estás bien?
- Si, habrá sido solo una pesadilla.
- Bueno pues explícaselo a tu madre. Ha llegado a las siete de la mañana diciendo que no le cogías el móvil desde hacía días.-la miro alarmada.-No está muy contenta que digamos.-me levantó de golpe, llevándome un mareo en el proceso.
- ¿Dónde está?-pregunto desde el baño tapándome el cuello al ver que aun tenia una pequeña herida.
- En el salón, ha traído el desayuno.
Salgo de mi habitación nerviosa rumbo hacia los gritos de mi madre.
- Hola.-saludo cohibida cuando entre al salón.
- ¡Sandra Agramonte!-corre hacia a mi.-¿Qué demonios te pasa por la cabeza?-me rodea con sus brazos.-¿Por qué no contestas a mis llamadas? ¿Sabes lo preocupada que estaba?
- No he tenido tiempo.
- ¿Crees que soy tonta? Sé que has estado hablando con el señor Darby.
- Como siempre. Es mi psicólogo.
- Se que no habéis tenido ese tipo de conversaciones.-me señala enfadada.-¿Qué ha pasado?
- ¡Nada!-me siento en el sofá.
- Sandra Agramonte, sé que algo ha tenido que pasar para que ese señor te cuente cosas.
- ¿Qué cosas, mamá?-la miro desafiante.-¿Que nunca me voy a poder enamorar? ¿Qué todas mis parejas morirán? ¿O que hay gente que me quiere ver muerta? Dime.
Resopla antes de sentarse a mi lado.
- ¿Qué te ha contado?
- Todo.-le contesto enfadada.
- Tienes que entenderlo, no quería que pasaras por eso.-me coge de ambas manos.-Es una situación muy difícil. Tu padre murió por culpa suya, por eso decidí quitarte de ese mundo.
- ¿Borrando mi memoria?-quito sus manos de las mías.
- ¿Cómo lo sabes?¿Quién te lo ha contado?-pregunta alarmada.
- ¡Nadie! Sólo lo recordé y déjame decirte que no es una situación muy placentera.
- ¡Es la única opción que tenía!-mira de reojo a Emma, quien se ha puesto los cascos para dejarnos intimidad.-Tu abuela quería enseñártelo todo desde pequeña, quería tenerte preparada. Pero no se daba cuenta de que era demasiado peligroso.-volvió a cogerme de las manos.-Tu tía murió a los tres años porque uno de ellos le pilló haciendo magia y descubrieron que era una Nefilim. Me negué a que eso te ocurriera a ti también.
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Secretos envenenados
Random¿Qué pasaría si un día te levantaras de la cama y descubrieras que no eres tan humana como te hacían creer? ¿Qué pasaría si tus profesoras de universidad no estuvieran tan lejos de parecerse a ti? Y sobretodo, ¿qué pasaría si ellas mismas afirmaran...