– ¿Crees que hoy vendrán?
– ¡Ahh!-me asusto al ver a James al otro lado de la puerta de mi departamento.-¿Se puede saber qué haces aquí? Casi me provocas un ataque.-coloco la mano en el pecho.-No vuelvas a hacerlo.
– Es que era importante.-se rasca la nuca.-¿Y Emma?-señala el interior.
– Prefiere quedarse para preparar todo.-le explico abriendo más la puerta.-¡Emma!
En dos segundos aparece con miles de cosas en las manos.
– ¿Todo eso es para el cumpleaños de Isla?-le pregunta impresionado.
– Mañana es sábado y su cumpleaños, no veo mejor oportunidad para utilizar todo esto.-tiene que hacer malabares para que no se le caiga una botella de Whiskey que peligra sobre una caja.-Divertíos por mi en clase. Espero que ambas sigan sin ir. ¿Cuántos días van ya?
– Seis.-contesto sin darme cuenta.-Creo.
– Pues espero que sigan sin ir un séptimo día mas.-finge mirar al cielo.-¿Qué miráis? Iros ya, no vais a llegar. Dejar que fluya mi imaginación.
– Pero si tú misma acabas de decir que esperas que no vayan. Si eso se cumple, no tenemos clase hasta las doce.-le digo.
– Bueno, yo tengo ahora antropología.-comenta James.
– ¿Y entonces por qué vas ahora?-pregunta Emma mirándome.
– Por si acaso.
– Pues, por si acaso, largaos ya. ¿O queréis ayudarme a colgar el cartel de cumpleaños feliz?-nos mira demasiado sonriente.
– Adiós, Emma.-cierro la puerta antes de que nos tire algo a la cabeza.-Está histérica con la fiesta. Según ella necesitamos más alcohol.
– ¿Más?-pregunta James mientras nos metemos al ascensor.-Si la encimera de la cocina estaba llena de botellas.
– ¿No sabes que a Emma y a Klaus les encanta beber o que?-presiono el botón.
– Hablando de Klaus.-me da un pequeño codazo.-Abelone me ha dicho que el otro día os vio muy cerca.
– Sabes que no me gusta, James.
– Lo sé. Pero yo se lo dejaría claro a él.-salimos del ascensor.
– ¿Y qué le digo? ¿Qué me siento atraída hacia dos...-levanta una ceja.-Déjalo, ya lo hablaré con él.
– ¿Has logrado hablar con ellas?
– Ni siquiera tengo sus números de teléfono.-alzo los hombros.
– Te dijeron dos días, ¿no?-me pregunta preocupado.
– Si. Y ya han pasado seis.
Intento no pensar en eso, pero la única razón por la que se fueron a ese consejo fue para debatir sobre mi futuro y no puedo evitar ponerme nerviosa.
"¿Cómo no hacerlo cuando tu vida depende de un hilo?"
– Tranquila. Estarán bien.-me coge de la mano y comienza a caminar.-Todo irá bien, ya lo veras.
– ¿A dónde vas? La parada del bus está hacia allá.-señalo la dirección contraria.
– He venido en moto. Vamos.
– ¿Qué has venido en que?
* * *
– Qué sea la última vez que me llevas en moto.-me saco el casco medio mareada.-¿Quién te ha enseñado a conducir? ¿Un cocainómano?
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Secretos envenenados
De Todo¿Qué pasaría si un día te levantaras de la cama y descubrieras que no eres tan humana como te hacían creer? ¿Qué pasaría si tus profesoras de universidad no estuvieran tan lejos de parecerse a ti? Y sobretodo, ¿qué pasaría si ellas mismas afirmaran...