"James tiene razón".
– ¡¿Me estás diciendo que no os besasteis después de eso?!-vocifera James en cuanto termino de decirle todo lo ocurrido.-¡¿Por qué?!-tengo que llevar mi mano a su boca para que deje de gritar.-Mmmm.
– No, nos besamos. ¿Qué pasa?-susurro mirando por todos lados.
– ¡¿Cómo que...-baja la voz cuando dos estudiantes giran hacia nuestro pasillo.-...¿Cómo que qué pasa?-agranda sus ojos.-¿Qué le dijiste?
– Puede que le dijera que tenía que irme.-me muerdo el labio inferior.
– ¿Eres idiota y no me lo han dicho todavía?-pregunta anonadado, tanto que ni siquiera se da cuenta de que está por estamparse contra otro estudiante.-Perdón.-susurra cuando ya se han dado el golpe.
– No pasa nada, tío.-esa voz...
El chico se gira para que le podamos ver bien la cara. Miro la reacción de James y por un segundo pienso que va a tener un cortocircuito aquí mismo.
– Oh, hola.-saluda ese rubio de cabello rizado que tanto conozco.-No sabía que eras tú. ¿Qué tal has estado?-pregunta, pero ni siquiera soy capaz de contestar todavía.-No se si me reconoces..., soy el chico con el que te chocaste la otra vez en...
– Si.-digo con rapidez.-Perdona, no te había reconocido.-miento.-Bien, he estado bien. ¿Tu?
– Un poco perdido, pero bien. Los pasillos de esta universidad son enormes.-se rasca la nuca nervioso.-Aún sigo perdiéndome.
Todavía sigo en shock desde que lo vi el otro día. Es que es él, no puede ser otra persona más.
– Oh, perdona. Axel, él es James. James, Axel.-James intenta sonreír como puede.
– ¿Qué pasa, tío?-ambos se dan un choque con las manos. La situación no puede ser más incómoda.
No lo comprendo. Es igual a Alex; viste igual a él, tiene la misma voz, los mismos ojos, el mismo color de cabello, hasta la misma cicatriz en el cuello. Pero se hace llamar por otro nombre, el cual es bastante similar al de mi mejor amigo. "Todo es similar a él".
– ¿Sabéis donde está el aula de informática tres? No se llegar desde todos los puntos de la uni.-se muerde el labio inferior nervioso, típico de Alex.
– Si, claro.-contesto yo porque James está muy lejos de parecer querer hacerlo.-Tienes que seguir este pasillo hasta el final, girar a la derecha y subir las escaleras hasta el segundo piso. Allí habrá un cartel enorme donde te indicará donde está.
– Perfecto. Gracias, Sandra.-mira de reojo a James, seguro que ahora mismo están rondando ideas descabelladas por su mente.-Bueno, pues ya nos veremos.-golpea, sin fuerza, la espalda de James antes de irse.
– No me lo puedo creer.-se lleva las manos a la cabeza y empieza a negar repetidas veces.-No puede ser. No puede haber ocurrido.-comienza a dar círculos a mi alrededor.-Esto está mal.
– James, ¿puedes calmarte?-llevo mis manos a sus hombros para que pare de una vez de andar.
– ¿Cómo voy a calmarme?-me mira alarmado.-A ese chico de ahí.-lo señala.-Lo han borrado de la paz de la Tierra.
– ¿Perdona? ¿Podrías repetirlo? No te he escuchado muy bien.-susurro con ironía. "Esto no puede estar pasando".-¿Has dicho que lo han borrado de la puta paz de la Tierra?
– A ese pobre chico...-mueve su cabello desesperado.-...lo han borrado, eliminado, exterminado... de la paz de la Tierra.
– Lo veo muy vivo.-lo señalo.
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Secretos envenenados
Aléatoire¿Qué pasaría si un día te levantaras de la cama y descubrieras que no eres tan humana como te hacían creer? ¿Qué pasaría si tus profesoras de universidad no estuvieran tan lejos de parecerse a ti? Y sobretodo, ¿qué pasaría si ellas mismas afirmaran...