— ¿Estás segura de que te encuentras bien? — Me pregunta mi madre por quinta vez consecutiva —. Esa cambiaformas...
— Estoy bien. Todo está bien — Le aseguro, apoyándome en el lavamanos y cruzándome de brazos.
Tengo dos gasas en ambos hombros que dicen todo lo contrario, pero soy incapaz de decírselo a la mujer que me dio a luz. Se exactamente lo que sería capaz de hacer por mi y por los suyos, pero ella ya decidió mantenerse fuera de este tema desde hace demasiados años.
Decirle todo no haría nada más que recordarle a mi padre.
— ¿Señor Darby? — Me muerdo el labio inferior. No estoy acostumbrada a mentirle a mi madre.
— ¿Si, Sandra?
— ¿Puedo hablar con usted un momento?
— Claro.
Me miro en el espejo. Han pasado unos días desde el ataque de la cambiaformas y el consejo todavía sigue sin dar noticias sobre el. Como si ellos mismos no tuvieran la culpa...
Las heridas a ambos lados de mi cuerpo, dicen todo lo contrario.
— ¿Qué me querías decir?
— No sé hasta qué momento le habrá contado James, pero...
— Estás en su casa, lo sé — Me confirma —. Y has decidido permanecer en ella por un tiempo.
— Por Emma y por mi madre. No me perdonaría que les pasara algo — Me intento autoconvencer —. Pero pasó algo más. James no lo sabe y todavía no quiero que lo sepa. Nadie más. Por favor — Miro al techo, buscando la mejor forma de decirlo —. Puedo absorber la magia — Ni siquiera sé si me ha escuchado por lo rápido que he hablado.
— Explícate — Debe ser un tema serio, puesto que escucho una puerta cerrarse.
— Hace unos días, estaba con Traxler y... Bueno, descubrimos a las malas que soy capaz de quitarle la magia a las personas.
— Como tu antepasada — Me quedo sorprendida, él sabía lo que le había pasado a mi antepasada y por su tono de voz parece no querer gritarlo a los cuatro vientos.
— Como mi antepasada — Afirmo cohibida —. Así es como acabé con la cambiaformas. No utilicé la electricidad como le he dicho a mi madre, pero, por favor, no se lo diga. Es lo último que quiere escuchar.
— Esto cambia mucho las cosas — Hay un silencio por unos segundos. Ni siquiera él sabe cómo reaccionar y eso me pone de los nervios —. Sabía que eras poderosa, pero no contaba con que lo fueras tanto. Déjame buscar información y te llamo. Pero... Solo ten cuidado, es un poder muy peligroso tanto para ti como para ambas estirpes de magia.
— No le entiendo.
— El secreto de que tu antepasada pudiera absorber magia solo lo sabe un grupo selecto de personas, básicamente los amigos de tu abuela.
— ¿Los que fueron al funeral? ¿Los que vestían de verde?
— Todos ellos somos descendientes de una estirpe caracterizada por ayudar a las Nefilim a pasar desapercibidas — Baja aún más la voz —. El poder de la primera Nefilim, el mismo que al parecer tienes tu, estaría muy demandado en esa época tanto por brujos negros y blancos si se hubiera llegado a conocer. Lamentablemente ninguno de mis antepasados pudo salvarla por culpa de aquellos magia negra que se atrevieron a tocarla, pero ten en claro que haré lo posible y más para que salgas de esta.
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Secretos envenenados
Random¿Qué pasaría si un día te levantaras de la cama y descubrieras que no eres tan humana como te hacían creer? ¿Qué pasaría si tus profesoras de universidad no estuvieran tan lejos de parecerse a ti? Y sobretodo, ¿qué pasaría si ellas mismas afirmaran...